Mitsubishi Outlander (2016) | Información general

17/10/2016 |Alfonso Herrero (@alf_reguart)

El Mitsubishi Outlander 2016 es un todoterreno de cinco o siete plazas y 4,69 metros de longitud. No es un modelo nuevo, sino una renovación del Outlander 2013 (que ya recibió pequeños cambios; más información del Outlander 2015). Según Mitsubishi, el Outlander 2016 presenta más de cien diferencias que afectan, principalmente al diseño, aunque también hay cambios en el chasis.

Los cambios en el diseño aumentan —en tres centímetros— la longitud pero no el resto de cotas (1,81 m de anchura y 1,68 m de altura respectivamente). Entre las mejoras no visibles están el aumento de rigidez del chasis y las modificaciones en la suspensión para hacerlo más confortable en carretera y transmitir mayor sensación de estabilidad. También hay más cantidad de material aislante y las ventanillas son más gruesas con el objetivo de reducir el ruido en el interior, un aspecto en el Outlander que sobresale. Explicamos con más detalles los cambios en el apartado de información técnica.

Hay disponibles una versión Diesel, una híbrida y, como novedad desde enero de 2016, una de gasolina denominada 200 MPI. Su motor es uno de 2,0 litros de cilindrada con 150 CV de potencia y va asociado a una caja de cambios automática de variador continuo (CVT). Tiene un consumo medio de 6,2 l/100 km y sólo está disponible con tracción a las ruedas delanteras y acabado Motion —el más básico—. Con un precio de 24 900 euros, se sitúa como la versión de acceso a la gama. Entre sus alternativas, un Mazda CX-5 4x2 2.0 de 165 CV —aunque más pequeño— es menos costoso y un Nissan X-Trail 1.6 DIG-T 4x2 de 163 CV lo es más (ficha técnica comparativa).

La versión Diesel con motor de 150 CV, cinco plazas y tracción delantera, cuesta 26 900 euros. Es un precio prácticamente idéntico al de un Nissan X-Trail dCi 130 4x2 o un Toyota RAV4 120D 4x2 (ficha comparativa), y claramente más bajo que el de un Jeep Cherokee 2.0 Diesel 140 CV 4x2 o un Volvo XC60 D3 150 CV (ficha comparativa). 

La versión híbrida enchufable (Outlander PHEV) cuesta 39 920 € sin el plan MOVEA, del que hay un borrador para 2017 (información del plan MOVEA 2016). Ha recibido una ligera actualización técnica y de equipamiento en octubre de 2017. A diferencia de lo que ocurría con el modelo de 2015, sólo se podrá adquirir con el nivel de equipamiento Kaiteki. Es el todoterreno híbrido más barato del mercado. Por tamaño, la única alternativa, más costosa, es el Lexus NX 300hficha comparativa—, que además no es enchufable. El resto de modelos son significativamente más grandes y costosos (listado completo de todoterrenos híbridos).

El Outlander es un coche amplio, tanto su habitáculo como el maletero. Las dos plazas de la tercera fila de asientos no son cómodas para adultos. Esta tercera fila es de serie en todas las versiones excepto en la básica, donde supone un coste de 1000 €. La tracción total supone un desembolso elevado, debido en parte a que el equipamiento, cuando el Outlander tiene esta tracción, es mayor aunque sea el mismo nivel (Motion).

Mitsubishi ha modificado la parte delantera —el paragolpes, los faros, la parilla y las aletas son nuevas—, los espejos retrovisores, las molduras decorativas de las puertas, los pilotos y el paragolpes trasero (imagen que muestra las piezas que cambian en la carrocería en la parte delantera e imagen de los cambios en la parte trasera). La versión PHEV tiene ahora barras de techo cromadas (antes negras).

También son distintos los materiales empleados en el habitáculo, donde ahora abundan más plásticos gomosos y las molduras pueden ser de diferentes tonalidades. Se pueden elegir más combinaciones de color y hay tapicerías nuevas de cuero, Alcantara o una denominada «Cool Touch», que es un tipo de piel que no absorbe radiación ultravioleta, calentándose menos bajo insolación prolongada. El volante ha sido rediseñado, puede ser calefactado al igual que el parabrisas. Ahora hay luz ambiental mediante ledes para la zona de los pies.

Con respecto al Outlander 2015, la gama de motores sólo se ha visto alterada por la llegada de la versión de gasolina, que no se comercializaba hasta enero de 2016. En las otras dos versiones no hay cambios en las cifras de consumo ni de prestaciones, pero sí en las de emisiones de partículas Nox porque la versión Diesel tiene ahora un sistema de tratamiento de las emisiones más eficaz.

Los cambios efectuados en el Outlander se notan al subir en él y durante la conducción. El motor Diesel está bien aislado, aunque en frío a ralentí se perciben vibraciones y su ruido llega al habitáculo durante las aceleraciones, pero nunca de forma molesta. Mueve al Outlander con soltura y, a ritmo sostenido, la marcha es silenciosa. No se perciben ruidos aerodinámicos provenientes de la carrocería. En la versión híbrida enchufable el confort es similar al Diesel y mejor que en el Outlander PHEV precedente. Apenas pude circular con él en modo eléctrico, pero con el motor de gasolina en marcha hay menos intrusión de ruido al habitáculo que en el Outlander PHEV 2015.

Las suspensiones aislan bien al pasaje en ambas versiones, aunque controlan mejor los movimientos de la carrocería en el de motor Diesel —la diferencia de peso es de 335 kg entre el Diesel de cinco plazas y el PHEV según esta ficha comparativa—, que supera las juntas de dilatación en autovía a alta velocidad sin que se desconponga su trayectoria y balancea menos en curvas a baja velocidad. Tan solo en conducción por zonas no asfaltadas el recorrido de las suspensiones es claramente justo porque es fácil que alguna de las ruedas quede suspendida en el aire al superar obstáculos o pendientes en curva.

Los asientos de serie con tapicería de cuero sujetan poco el cuerpo. Hay unos asientos deportivos en opción que no hemos podido probar. Los mandos están bien dispuestos aunque algunos botones como el del ordenador de a bordo o los de los sistemas de ayuda a la conducción quedan ocultos por el volante. El dispositivo multimedia sigue estando formado por una pantalla multifunción (imagen), con un equipo de sonido del fabricante Rockford Fosgate. El sistema de navegación y el interfaz son desarrollados por Mitsubishi Electrics, han sido actualizados y no tienen un manejo intuitivo.

En el equipamiento disponible para el Outlander hay elementos como el sistema de frenado de emergencia, la alerta por cambio involuntario de carril y el programador activo de velocidad.

En algunos mercados está disponible, para el Outlander PHEV, un sistema de recarga doméstico que permite «devolver» energía eléctrica no consumida para emplearlo en la vivienda, y optimizar los horarios de recarga a las tarifas de la red eléctrica. Mitsubishi no ha dado información al respecto para España.

En nuestro comparador de seguros de coches, hemos calculado el precio de una póliza a todo riesgo sin franquicia para un Outlander PHEV modelo 2015, cuyo coste no debe diferir del modelo 2016. El tomador es un hombre soltero de 36 años que vive en Madrid y tiene carné desde los 18. Otros datos que hemos introducido son que guarda el coche en un garaje colectivo, recorre hasta 30 000 kilómetros anuales y lleva más de 10 años sin dar un parte en su actual seguro (Liberty). Con estos datos, la póliza más económica la ofrece Catalana Occidente por 1300 euros.