Mazda6 (2015) | Impresiones del interior

21/05/2015 |Pablo David González (@PD_Gonzalez)

El salpicadero del Mazda6 2015 presenta múltiples pequeños cambios que, aunque no alteran de forma sustancial las líneas generales del diseño del Mazda6 2013, le dan un aspecto más limpio y moderno y lo hacen más práctico, al mejorar la facilidad de manejo e incrementar la cantidad de huecos disponibles y su tamaño.

El cambio más visible se da en cómo se integra la pantalla del sistema multimedia en la consola y en como fluye la parte superior del salpicadero hacia la zona del pasajero. En el Mazda6 2013 la pantalla está encastrada en la consola (imagen), mientras que en el Mazda6 2015 gran parte de ella queda «en el aire» (imagen).

El sistema multimedia en sí también es nuevo. Es el que Mazda llama «MZD Connect», el mismo que estrenó el Mazda3. Tiene la peculiaridad de que su pantalla táctil de 7,0 pulgadas sólo responde a las pulsaciones cuando el vehículo está detenido. En cuanto el coche se pone en movimiento la única forma de navegar por los diferentes menús y funciones es a través de una ruleta giratoria y unos botones que hay entre los asientos delanteros (imagen). Es fácil comprender cómo están organizados los menús y qué hay que hacer para acceder a ellos, pero creo que falta optimizar el número de giros y pulsaciones necesarios para realizar determinadas acciones, como por ejemplo, seleccionar una determinada sintonía de la memoria partiendo desde la pantalla del navegador. En el apartado Sistema Multimedia del Mazda3 hay abundante información sobre el «MZD Connect» perfectamente aplicable al Mazda6.

También ha cambiado el aspecto de las salidas de aire centrales, así como el de los mandos que controlan el sistema de climatización. Los botones para conectar la calefacción de los asientos delanteros (en caso de disponer de ella) y el radar de ayuda al aparcamiento están ahora por encima del climatizador, cuando antes estaban por debajo (imagen de la consola del Mazda6 2013 y de la consola del Mazda6 2015).

Delante de la palanca de cambios sigue habiendo un hueco con fondo de goma que tiene un tamaño suficiente para meter una billetera y un teléfono móvil y en donde se encuentra una toma de corriente de 12 voltios con tapa (imagen). La palanca del freno de estacionamiento desaparece en favor de un botón, puesto que éste es ahora eléctrico en vez de mecánico (imagen). Esto ha permitido incrementar el espacio disponible para el hueco portabotellas. Por detrás de este hueco hay otro aún más capaz debajo del reposabrazos central (cuya altura no se puede regular), en donde se halla otra toma de corriente de 12 voltios, dos entradas para dispositivos USB (antes sólo había una) y la ranura para insertar la tarjeta SD con la cartografía del navegador (imagen). La citada ranura estaba antes en un cajoncito situado a la izquierda del volante (imagen). Con la nueva ubicación se ha ganado un hueco donde dejar impedimenta (imagen).

Los bolsillos de las puertas delanteras son más grandes, tienen un fondo de goma y ya no tienen la forma de portabotella que tenían antes y que restringían su utilización (imagen de ellos en el Mazda6 2013 y en el Mazda6 2015). Los de las puertas traseras no han variado de forma ni de tamaño (imagen).

Los materiales de recubrimiento han cambiado para bien, puesto que la sensación de calidad es ahora mayor. La superficie superior del salpicadero continúa siendo de un plástico de tacto blando, pero en el Mazda6 2015 la franja que separa esta parte de la guantera está cubierta con dos piezas de un material que asemeja al cuero cosidas con el pespunte a la vista (imagen). Este motivo decorativo tiene continuación hacia la zona del conductor, como se aprecia justo debajo de la salida de aire que hay junto a su puerta (imagen). La misma técnica se utiliza para cubrir los laterales de la parte baja de la consola y su prolongación entre los asientos delanteros hasta el reposabrazos central (imagen). En el nivel de equipamiento más bajo, Style, hay tela en vez del falso cuero. En el modelo 2013 la franja por encima de la guantera era una moldura de plástico (imagen), igual que los laterales de la consola (imagen). 

Hay otros pequeños detalles que pueden parecer insignificantes, pero que ciertamente ayudan a crear la sensación de estar dentro de un coche mayor calidad. Son cosas como los bordes cromados que se han añadido a los mandos de los elevalunas y los retrovisores (imagen) o la mejora en la precisión de giro de las ruletas del climatizador y del sistema multimedia.

No obstante, hay puntos que no se han resuelto. Por ejemplo, el capó sigue siendo muy pesado y no tiene un amortiguador que lo sujete al abrirlo (hay que utilizar una varilla metálica). Tampoco se ha tapizado la parte superior del maletero, por lo que chapa, cables y varillas continúan a la vista (imagen). También es cierto que esto último se observa igualmente en un Jaguar XE y un Mercedes-Benz Clase C. Mazda sí ha logrado disminuir el rebote que da la tapa del maletero al llegar a su punto de máxima apertura y, por otra parte, ha cubierto con unas piezas de plástico los brazos que articulan el movimiento de dicha tapa (imagen) —estas piezas de plástico ocultan una pequeña manguera con cables que se veía en el Mazda 6 de 2013 (imagen)—.

El volumen del maletero del Mazda6 Sedán es 480 litros. Actualmente, hay multitud de alternativas que ofrecen un maletero con más volumen, como el Volkswagen Passat (586 litros), el Ford Mondeo (550 litros), el Opel Insignia (530 litros) y el Hyundai i40 (505 litros). Dos modelos con un maletero más pequeño son el Peugeot 508 (473 litros) y el Citroën C5 (439 l). Curiosamente, el del Mazda es el más profundo de todos ellos (mide 113 centímetros entre extremos) y también es uno de los más anchos (103 centímetros entre paredes), pero es claramente el que menos altura tiene (41 cm, por lo 56 cm del Passat y los 50 cm del Mondeo). La profundidad del maletero puede ser un inconveniente para aquellas personas de menor estatura que quieran rescatar algo que haya quedado al fondo.

Para ampliar el área de carga se pueden abatir los respaldos de los asientos tarseros, que están divididos en dos porciones (un tercio y dos tercios) y quedan enrasados con la superficie del maletero. Con el asiento del acompañante lo más adelantado posible, hay unos 215 centímetros desde la parte posterior de este hasta el borde del maletero. Debajo del piso hay una bandeja de polipropileno expandido (EPP) con los utensilios del kit de reparación de pinchazos (imagen). Si se extrae esta bandeja se descubre un hueco en el que aparentemente cabe una rueda de repuesto de emergencia (habitualmente estas ruedas permiten circular a una velocidad máxima de 80 km/h durante 200 kilómetros).

El maletero del Mazda6 Wagon es más grande (522 litros), a pesar de que la longitud de la carrocería es menor que la del Sedán (4,80 metros frente a 4,87). Además, es más funcional pues está mejor dotado de elementos para llevar la carga ordenada y bien sujeta; lleva ganchos en los laterales para colgar bolsas y argollas en el piso para sujetar redes o amarrar la carga (imagen del maletero del Mazda6 Wagon).

El espacio para los pasajeros es muy parecido en los dos: el Sedán tiene algún centímetro más de espacio para las piernas (mediciones del interior) y el familiar más altura libre al techo (mediciones del interior). En ningún caso las dimensiones cambian con respecto al modelo 2013 y, a pesar de la aparición de nuevos modelos como el Ford Mondeo y el Volkswagen Passat, el Mazda6 continúa siendo uno de los vehículos más espaciosos de su segmento (tabla comparativa de mediciones del interior del Mazda6 Sedán).

Los ocupantes de las plazas traseras del Mazda6 Sedán disponen de mucho espacio para las piernas, incluso si aquellos que van sentados delante de ellos son altos. Por ejemplo, una persona de 1,85 metros de estatura no tiene problema para acomodarse detrás de otra de la misma talla. En un Ford Mondeo y un Opel Insignia no hay tanto espacio. En un Volkswagen Passat sí, incluso un poco más según nuestras mediciones.

La medición de anchura entre puertas también es muy buena (140 cm, cuando esta anchura se mide a la altura de los hombros), mejor que la de cualquier otra berlina de este segmento que hayamos medido en km77.com. No obstante, quien se siente en el centro viajará con mucho menos confort porque su asiento no es anatómico, es duro y el túnel central es muy voluminoso.

La caída del techo hacia el maletero limita la altura libre en la segunda fila y la accesibilidad a ella (algo que no suecede en el Mazda6 Wagon). Los 90 centímetros que hay desde la banqueta hasta el guarnecido del techo no dejan que alguien de 1,85 metros pueda sentarse con la espalda y la cabeza completamente erguidas. Si se adopta una postura más relajada (lo que por otra parte es más habitual), no existirá ese problema. Para quien dé mucha importancia a esta cota le conviene optar por alternativas como el Škoda Superb y el Volkswagen Passat (aunque ambos son más estrechos). 

Las puertas traseras dejan un hueco amplio para acceder a la fila trasera de asientos, excepto por la altura, que se halla limitada por la caída del techo citada en el párrafo anterior. Por lo demás, no hay ningún inconveniente: las puertas abren en un ángulo muy grande (cercano a 90º) y el espacio para pasar los pies es ancho.

Los dos asientos delanteros tienen ajuste en altura y se pueden colocar muy cerca del suelo (más que en un Superb y un 508, por ejemplo). El del conductor cuenta, además, con regulación para el apoyo lumbar. La inclinación del respaldo se cambia tirando de una palanca, que obliga a colocarlo en una serie de puntos preestablecidos (prefiero el sistema que utiliza una ruleta porque no tiene esa limitación y puedes dejar el respaldo exactamente donde se desea). Además, la palanca del respaldo está colocada muy cerca del pilar central y es difícil meter la mano y tirar de ella, sobre todo con el cinturón de seguridad colocado sobre el cuerpo.

Los reposacabezas (los de todas las plazas) se regulan en altura, pero no en inclinación (o cercanía a la cabeza). No los he notado especialmente cómodos, tampoco incómodos, porque no están muy mullidos. Los de un Ford Mondeo y un Volskwagen Passat son más cómodos y además se pueden acercar a la cabeza.