Jeep Compass (2017) | Impresiones del interior

04/08/2020 |Carlos Fernández (@CarlosFP_77) y Fernando Ríos (@RiversChains)

El habitáculo del Compass transmite en conjunto una sensación de calidad normal. Jeep ha hecho que los materiales de recubrimiento que quedan más a la vista tengan una buena apariencia y un tacto suave, algo que siempre resulta agradable para los pasajeros. Las diferentes piezas están bien ensambladas pero aun así hay algunas que no parecen de mucha calidad y que crujen si se aprietan con los dedos. En todas las unidades a las que hemos tenido acceso, hemos escuchado dos ruidos puntuales durante la conducción: uno proveniente de la zona superior del salpicadero y otro de la parte inferior de las ventanillas de las puertas delanteras.

En las plazas delanteras se viaja con sensación de amplitud. Atrás, el espacio disponible para las piernas es muy bueno, pero la altura libre al techo no lo es tanto, como se puede apreciar en nuestra tabla comparativa de mediciones del interior. Esto se traduce en que, por ejemplo, alguien que mida en torno a 1,85-1,90 m tocará con la cabeza en el techo si se sienta con la cadera pegada al respaldo, pero tendrá espacio suficiente para reclinarse un poco sin que las rodillas toquen el asiento delantero (suponiendo que este está colocado en la posición adecuada para una persona de estatura similar). Si van a viajar tres personas atrás es conveniente tener en cuenta tanto los aspectos positivos (la altura al techo de la plaza central es igual que en las laterales y el túnel de transmisión no es voluminoso), como los negativos (el habitáculo es algo estrecho y el hueco para introducir los pies debajo de los asientos delanteros es pequeño).

Todas las unidades de Compass que hemos probado hasta el momento tenían la tapicería de cuero opcional. Los asientos, al menos con esta configuración, no nos han gustado demasiado porque sujetan poco el cuerpo y porque tienen un mullido muy duro. Además, en las plazas delanteras la banqueta nos ha parecido demasiado corta para personas altas, por lo que recomendamos probarlo antes de tomar una decisión de compra.

El volante y el asiento del conductor tienen ajustes con recorridos amplios que ayudan a encontrar una buena postura de conducción. Las unidades probadas tenían la pantalla a color de siete pulgadas en el centro de la instrumentación (imagen), que da mucha información fácil de consultar (muestra, entre otros datos, la tensión de la batería, la temperatura del aceite o la de la caja de cambios). También nos ha gustado mucho el sistema multimedia más completo porque su pantalla de 8,4 pulgadas (imagen) responde muy rápido a las órdenes táctiles, presenta la información de manera ordenada y se ve bien incluso cuando la luz incide directamente sobre ella.

Hay muchos huecos portaobjetos repartidos por el habitáculo, pero no todos son aprovechables. En la parte inferior de las puertas hay bolsillos grandes en los que cabe una botella de un litro y, en la parte superior, unos huecos pequeños donde dejar monedas o unas llaves. Entre los asientos delanteros hay dos portabebidas más (imagen), pero en la zona de la consola central (delante de la palanca de cambios) solo hay un lugar pequeño (imagen) en el que no cabe, por ejemplo, un teléfono móvil. La mayoría de estos lugares están bien acabados, con una goma o un fieltro que evita que los objetos que se depositan se muevan y hagan ruido durante la conducción. El apoyabrazos delantero central también alberga en su interior un hueco más bien pequeño (imagen). Algo curioso es que el reposabrazos central trasero —que también tiene dos portabebidas— deja abierto un hueco de comunicación con el maletero cuando se utiliza (imagen). Esto es útil para introducir objetos largos como unos esquís, pero lo normal es que haya otra pieza de plástico que separe las plazas traseras del maletero aunque se esté utilizando el reposabrazos.

Los asientos traseros (imagen) no tienen regulación longitudinal ni un respaldo reclinable, como sí tiene por ejemplo un Volkswagen Tiguan o un Škoda Karoq. El maletero, con 438 litros de capacidad, tiene unas guías (imagen) que permiten colocar el piso a tres alturas distintas y así distribuir el espacio en función de las necesidades. En el caso de que se instale la rueda de repuesto opcional, el volumen disponible es menor (368 litros) y las dos posiciones más bajas quedan inutilizables. Como es habitual, se pueden abatir los respaldos de los asientos hacia delante y en este caso, si la bandeja del piso del maletero se coloca en su posición más alta, la zona de carga queda plana (imagen). Debido a un fallo de diseño (que Jeep dice que solucionará en poco tiempo) y a las formas irregulares del maletero, para retirar la bandeja que cubre el maletero es necesario seguir un procedimiento algo complejo que incluye abatir los respaldos de los asientos traseros (imagen).

El portón trasero puede tener accionamiento eléctrico. El botón que lo controla desde el habitáculo está en la zona del plafón de luz delantero; en la zona de carga, está en un lateral del maletero y no en el borde del portón como es habitual, algo que nos parece un acierto porque permite que las personas de estatura baja no tengan que estirarse para alcanzarlo cuando el portón está abierto y lo quieren cerrar.