Ford Forty-Nine prototipo (2001) | Información general

11/01/2001 |Juan Manuel Pichardo

Por lo visto en el Salón de Detroit 2001, Ford sigue a Chrysler en la intención de hacer coches modernos con aspecto de antiguos. Además del Thunderbird, ha presentando el Forty-Nine, inspirado parcialmente en un coche del año 49, con ese mismo nombre. Al hablar del Forty-Nine Ford no ha evitado la expresión «regreso al futuro», que es lo que se dice siempre que aparece un prototipo de corte retro.

Técnicamente no tiene ningún interés, salvo que lleva el motor llamado Thunderbird, un V8 de cuatro válvulas por cilindro y 3,9 litros de cilindrada. Como el Thunderbird, es tracción trasera, otra vuelta al pasado para Ford.

Al margen de lo decorativo, la principal característica en la carrocería del Forty-Nine es el techo de cristal desmontable. Las piezas que soportan el techo por su parte central (montantes) están disimuladas. Como tantos otros prototipos presentados en esta edición de Detroit, es un cuatro plazas; los diseñadores se las han arreglado mejor sin la central trasera.

Aparte de la forma y proporciones, el Forty-Nine tiene muchos rasgos del pasado, aunque funcionalmente no sean iguales. Los mandos del equipo de música, por ejemplo, recuerdan al aro que servía de claxon en los coches de los 50. El equipo de sonido es una de las características más notables, con un enorme subwoofer y amplificadores que dan hasta 200 W, para llamar la atención no sólo a la vista.