BMW Serie 7 730d (2002) | Detalles de equipamiento y acabado

26/11/2002 |Víctor M. Fernández

El equipamiento de serie de este coche es muy rico, aunque hay muchos elementos que son opcionales y, además, caros. Llaman la atención no sólo algunos de los elementos de equipamiento que tiene, también el grado de desarrollo de algunas de esas cosas.

Hay muchos coches en el mercado que indican cuándo hay que realizar una inspección. Éste, además, da detalles sobre el plazo (en kilómetros o tiempo) en el que hay que hacer determinadas tareas de mantenimiento: inspección general, inspección de los gases de escape, sustitución de microfiltro, de pastillas de freno delanteras, de pastillas traseras, de refrigerante y de lubricante.

Como otros coches, memoriza averías o fallos, pero además las puede mostrar al conductor y enviarlas a un centro de diagnóstico remoto, si es preciso. En la llave (integrada en el mando a distancia) quedan registrados datos como kilometraje, número de bastidor y servicios técnicos realizados. La pila del mando a distancia se recarga al conectar la llave.

Uno de los elementos opcionales que me parecen más recomendables es el sistema de ayuda al aparcamiento (PDC) dado el tamaño y dimensiones de la carrocería. A partir de la silueta del coche, es posible ver en el monitor dónde están los obstáculos. Sería más útil si fuera un poco más preciso, porque no distingue entre tocar el obstáculo y estar a más de 20 cm de él.

También me parece recomendable el sistema opcional de autocierre de las puertas (853 €), sobre todo si se suele llevar niños. Con dicho elemento no se puede quedar mal cerrada una puerta porque el sistema se encarga de cerrarla automáticamente.

Hay otra opción de apertura y cierre automático del maletero (687 €). Se puede abrir desde un botón del salpicadero, con un botón en la tapa del maletero y con el mando a distancia, pero sólo se puede cerrar desde la misma tapa del maletero.

Aquí hay otros elementos de equipamiento. Hay distintas funciones que se pueden configurar, pero requieren la intervención del concesionario. Éstas son algunas de ellas.

Mirando con detenimiento el 730d que he probado me ha parecido que el ajuste de sus diferentes elementos era mejor que en los anteriores Serie 7 que había visto y tenían detalles mejorables. En esta unidad, la terminación era perfecta y el ajuste de todos sus elementos no admitía una mala crítica. No he apreciado ni el menor ruido por desajuste en carreteras bacheadas.

Sin embargo, siguen presentes algunos plásticos que desentonan en un coche de su nivel. Los mandos giratorios del salpicadero son de un plástico duro (en coches más baratos son de plástico pintado o goma) y tienen un tacto malo, como si rozaran en su alojamiento. Hay plásticos duros en otras partes, como los mandos del volante, las salidas de ventilación, la tapa de la pequeña guantera central, en parte del salpicadero, en los soportes de los tiradores interiores de las puertas o en las tapas de los ceniceros traseros.

La utilización de este plástico de mala calidad aparente contrasta con la utilización de plástico pintado de suave tacto en lugares un tanto escondidos en donde no es muy habitual tocar, como la parte inferior de los asientos, los bajos de las puertas o la tapa que cierra el hueco central de los asientos traseros (para transportar objetos largos). El recubrimiento de los parasoles es también un poco basto, con filo en sus bordes.

Tiene adornos de madera de cerezo o fresno y, opcionalmente, puede llevar un tapizado de cuero «Nasca» recubriendo los asientos y paneles de las puertas (2.889 €).

En general, la impresión que ofrece el interior del BMW Serie 7 es buena, pero da la sensación de que han dado un paso hacia atrás respecto al anterior modelo y no parece al mismo nivel en materiales (por calidad aparente y tacto) que el Mercedes Clase S o incluso el Volkswagen Phaeton.