La tercera generación del Audi TT Coupé se puede adquirir desde 36 680 € con un motor de gasolina de 179 CV y desde 43 070 € con uno Diesel de 184 CV (todos los precios). Además, hay una versión —llamada TTS— con motor de gasolina de 310 CV que cuesta 59 570 €. También hay una variante descapotable, denominada TT Roadster, que tratamos por separado en este artículo.

Hemos probado en profundidad el Audi TT con el motor Diesel y con el de gasolina de 230 caballos. La diferencia entre conducir uno y otro es enorme debido al motor, no por sus reacciones en curva. El motor de gasolina es, bajo mi punto de vista, mucho más agradable porque su entrega de potencia es de mayor calidad, su ruido más bonito y apenas vibra. El Audi TT Diesel tiene un motor que vibra mucho más —esta falta de refinamiento se nota principalmente en ciudad, sobre todo al ralentí, y pasa desapercibida a las velocidades habituales en carretera— y su entrega de potencia está muy concentrada entre unas 2000 y 4000 rpm.

El TT de gasolina acelera mucho más que el Diesel como no podía ser de otra manera dado que tiene 46 caballos más. Sin embargo, bajo mi punto de vista, esta diferencia de prestaciones puras es menos importante de la que hay en suavidad general. La aceleración que da el Audi TT Diesel de 184 caballos sobra para viajar con gran agilidad y disfrutar de una conducción rápida; la que ofrece el Audi TT de 230 CV es tanta que apenas se puede aprovechar puntualmente. De hecho, quizá el Audi TT más interesante para quien quiera el tacto que da un buen motor de gasolina y no necesite tanta potencia, es el TT TFSI 180 CV (en realidad 179 CV)

La gran ventaja del TT Diesel frente al gasolina es su bajo consumo. Según hemos comprobado, en una utilización de todo tipo, el Diesel tiene un coste por kilómetro achacable al consumo cerca de un 50 % más bajo.

El Audi TT tiene algunas de las facetas que tradicionalmente se encuentran en los coches deportivos. Estas son una elevada adherencia, buena capacidad de frenada, suspensión dura (y algo seca) y escaso balanceo de la carrocería en curva. Aún con todo eso, no es un deportivo del nivel de un Porsche Cayman. Un Peugeot RCZ, que también me parece superior al TT por la puesta a punto de su chasis, transmite más información al conductor a través de la dirección y deja sentir mejor los apoyos. Eso si, no tengo ni idea de cuál sería más rápido en el paso por las curvas  de un circuito. Frente al Peugeot RCZ, el Audi TT es indiscutiblemente mejor por calidad de realización, atención por los detalles y porque su equipamiento es mucho más avanzado tecnológicamente. Más información en el apartado impresiones de conducción.

El interior del Audi TT tiene cuatro plazas. Las delanteras son amplias, con espacio para que dos adultos de talla elevada viajen sin agobios. Incluso hay buena cantidad de espacio libre al techo, algo que quizá no lo parezca desde el exterior por la reducida altura de la carrocería. Las plazas posteriores son muy pequeñas (imagen). No caben adultos de talla media y menos aún niños en una silla especial. Quizá valgan para niños que estén lo suficientemente crecidos para no necesitar asientos infantiles pero que no que se acerquen a la estatura de un adulto. La mayor utilidad que he encontrado a las plazas posteriores ha sido para dejar bolsas o abrigos, posibilidad que no existe en algunos cupés que sólo tienen dos plazas.

Una de las cosas más llamativas del interior del Audi TT es que no hay pantalla en la parte central del salpicadero (imagen). Toda la información está aglutinada en la instrumentación, que es una pantalla de 12,3 pulgadas en diagonal ubicada detrás del volante. Es el centro de información del coche pues se controlan casi todas las funciones. Antes de probar el Audi TT pensaba que era una opción muy arriesgada, pues creía que sólo el conductor tenga acceso al manejo de la totalidad de las funciones del coche, pero en realidad no es así. El acompañante puede visualizarla casi por completo desde su posición (salvo una pequeña parte de la derecha) y controlarla desde el mando circular que hay entre los asientos denominado MMI Touch. Más información sobre estos aspectos en el apartado de impresiones del interior y en el apartado multimedia.

El Audi TT 2.0 TDI ultra es más costoso que el BMW 220d Coupé (184 CV) y el Volkswagen Scirocco 2.0 TDI (184 CV) por un amplio margen (ficha comparativa). El Audi es el que tiene el consumo medio homologado más bajo (4,2 l/100 km) y el que más rápido acelera de 0 a 100 km/h (7,1 s). Con la versión 2.0 TFSI de 230 CV pasa algo similar, es más cara que un BMW 228i Coupé (245 CV) o un Toyota GT 86 (200 CV). Un Peugeot RCZ R (271 CV) tiene un precio ligeramente superior, pero es claramente más potente (ficha comparativa). De esta versión del TT hay una variante con cambio automático (cuesta 2640 € más) y otra con tracción total (cuesta 5690 € más).

En nuestro comparador de seguros, hemos calculado el precio de una póliza a todo riesgo sin franquicia para un Audi TT Diesel de 184 caballos. El tomador es un hombre soltero de 36 años que vive en Madrid y tiene carné desde los 18. Otros datos que hemos introducido son que guarda el coche en un garaje colectivo, recorre hasta 30 000 kilómetros anuales y lleva más de 10 años sin dar un parte en su actual seguro (Allianz). Con estos datos, la póliza más económica la ofrece Génesis por 794 euros.