Audi Q7 (2015) | Impresiones del interior

20/07/2015 |Alfonso Herrero (@alf_reguart)

Esta segunda generación del Q7 es ligerísimamente más pequeña que la anterior: 4 cm más corta y 1 cm más estrecha; la altura continua siendo 1,74 m. En el habitáculo las diferencias no son grandes, sigue siendo un vehículo amplio.

Según nuestras mediciones no hay variación apreciable en el espacio para las piernas en las dos filas traseras pero sí en la anchura, que aumenta tanto en la segunda como en la tercera fila (tabla comparativa de mediciones). La versión de solo cinco plazas no tiene la regulación longitudinal de la segunda fila a lo largo de 11 cm que sí hay en la de siete (imagen).

Lo más destacable es el aumento de distancia hasta el techo: en un Q7 2015 hay espacio suficiente para que un conductor de dos metros de estatura vaya sentado correctamente sin rozar con el techo. En las plazas de la segunda fila también hay mucha altura disponible y en las de la tercera fila (imagen) hay 4 cm más que en el modelo precedente aunque siguen siendo unas plazas pensadas para niños, no para que viajen adultos.

Un Mercedes-Benz Clase GL tiene una tercera fila más amplia y con un acceso algo más sencillo. Llegar a la tercera fila del Q7 requiere cierta agilidad, incluso con el nuevo sistema de acceso: ahora el respaldo del asiento de la segunda fila se abate sobre la banqueta y todo el conjunto pivota hacia delante (imagen); antes, el respaldo se inclinaba unos grados y el asiento se desplazaba unos centímetros hacia delante.

Los dos asientos de la tercera fila se colocan en su posición y se ocultan mediante un botones (hay un juego colocado en el maletero —imagen— y otro en la segunda fila —imagen—, para poder manejarlos desde ambos sitios). Estos asientos tienen anclajes Isofix, que son de serie, al igual que los que hay en los tres asientos de la segunda fila. En total, el Q7 puede tener hasta seis plazas donde sujetar una silla infantil con este tipo de enganche, puesto que también se puede solicitar que lo tenga la plaza del acompañante delantero.

El puesto de conducción me ha parecido muy bueno. Se va sentado más erguido que en un turismo pero sin llevar las piernas tan dobladas como en otros todoterreno, y todos los mandos son fáciles de localizar y manipular. Los asientos de la unidad de prueba son los mejores posibles y yo pagaría por ellos. Son muy cómodos para viajar y pueden tener un sistema de ventilacion (imagen de los mandos) que evita que el sudor de la espalda se condense. Además dan distintos tipos de masajes mediante unas pequeñas cámaras neumáticas que hay en el respaldo (mando de activación del masaje y de los ajustes del asiento).

De lo que se ve, el cambio más evidente en el Q7 2015 se encuentra en el diseño del salpicadero y la consola. El cuadro de instrumentos puede ser uno tradicional de agujas con una pantalla entre los dos indicadores principales (imagen) o una gran pantalla en color (esquema de construcción). La pantalla, que a mi inicialmente se me ha hecho raro consultar porque va colocada verticalmente en vez de con cierta inclinación (supongo que para evitar reflejos), permite diversas visualizaciones y mostrar mucha información, incluso el mapa del sistema de navegación (imágenes de ejemplo).

El Audi MMI, que es como Audi llama a su solución para manejar sus sistemas multimedia, ha sido evolucionado, se supone que para facilitar su uso y que se pierda menos tiempo manejándolo (lo que significa reducir el periodo de tiempo que el conductor desatiende la conducción). A mí me parece que la distribución de botones lo hace más complejo que antes. Una superficie sensible al tacto en la consola (MMI Touch, opcional, imagen) permite introducir dígitos, letras o accionar diversas funciones. Los menús se muestran en una pantalla que hay en la parte superior del salpicadero (imagen) y que se oculta dentro de él cuando está apagado el sistema. Esta pantalla puede ser de 7 o de 8,3 pulgadas, en función del sistema multimedia. El sistema de reconocimiento de instrucciones orales es capaz de interpretar expresiones como «Quiero hablar con Alfonso» (en cuyo caso, llama a ese contacto) o «Quiero repostar combustible» (el navegador mostrará las gasolineras).

La zona del salpicadero que queda delante del pasajero es una salida de aire continua para evitar corrientes directas al cuerpo. Lancia, en el Thesis 2003, utilizó una solución similar que funcionaba mejor que en este Audi, donde no he notado que elimine al sensación del impacto en el cuerpo del chorro de aire que sale por el aireador del lateral. Se activa mediante el botón que hay en el salpicadero (imagen), delante del pasajero.

Como opción, puede llevar cierre asistido de las puertas (las cierra por completo si no se han empujado con fuerza suficiente) y de cortinillas enrollables en las plazas traseras, para que el sol no moleste a los pasajeros o aumentar la privacidad.

El portón —con apertura y cierre motorizados de serie— da acceso a un maletero de 295 litros de capacidad con la configuración de siete plazas (imagen), 35 menos que en el Q7 anterior, ampliable a 770 litros si se abaten los dos asientos de la tercera fila (imagen). El volumen del maletero de la versión de cinco plazas es 890 litros. El sistema de apertura y cierre del portón puede mejorarse con una función que lo acciona con un gesto del pie bajo el paragolpes, sin necesidad de usar las manos. El borde de carga está 5 cm más bajo que el Q7 anterior (a 79 cm; puede rebajarse hasta 69 cm bajando la suspensión neumática). La cortinilla cubreequipaje se desplaza automáticamente por unas guías que hay en el pilar trasero, así no hay que enrollarla (también se puede hacer si es necesario).

Si solo se van a usar cinco plazas, me parece imprescindible adquirir algún accesorio para sujetar la carga (bien sea unas maletas o las bolsas de la compra), dado que el maletero es muy grande y todo acaba desperdigado por él.