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Carta desde Polonia


Reproduzco un mail (con su permiso) que me ha enviado Michal Laskowski desde Varsovia. Ha sido un mail de respuesta a otro mío. Un mail personal, improvisado, escrito sin tener en cuenta que iba a ser publicado. También por eso me parece que tiene especial valor.

Michal apareció en mi vida hace unos meses. Él, junto a otras personas de Polonia con las que trabajo diariamente, es responsable de gestionar un proyecto para crear una gran correduría de seguros en España. Tengo la suerte de trabajar con ellos. Ha sido para mí un fogonazo de vida la relación con estas personas que viven a varios miles de kilómetros y que son tan cercanas. Hoy pasan por momentos difíciles que no podían ni imaginar hace unos meses. Todos pasamos por momentos increibles que no imaginábamos, pero ellos los viven muy de cerca. Desde aquí les mando mi cariño, apoyo y abrazo a todos los ciudadanos de Ucrania, de Polonia y a los de otros lugares del mundo en los que la violencia genera sufrimiento, dolor y desesperanza.

Toda mi vida he luchado por intentar avanzar hacia un mundo mejor. No es fácil saber cómo debe ser ese mundo mejor. Pero sí tengo claro que la violencia es lo peor de lo peor. Cuídense todos mucho ahí fuera, por favor. Nadie estamos a salvo de que un loco controle y amenace nuestro país. Por tanto, aunque la violencia sea lo peor de lo peor, no queda más remedio que luchar contra los violentos, que ejercen la violencia contra la ciudadanía pacífica. No podemos rendirnos, aunque utilicen la peor de las armas.

Carta de Michal Laskowski

Tras los últimos 30 años, [desde Polonia] entendemos perfectamente que Europa es nuestra familia de valores. Además de en Polonia, nunca en el mundo me he sentido tan en casa como en varios países de nuestro continente, sin importar si eran producto de la posguerra fría o los originales del oeste, del sur o del norte.

Por lo tanto, es tan difícil mirar a Ucrania hoy. A finales de 2021, había unos dos millones de ucranianos en Polonia. Estos hombres y mujeres construyeron mi casa y nos ayudan a cuidar a nuestros hijos. Hacen todo lo que nuestras abuelas hacían hace tantos años: luchan por ahorrar, a menudo trabajan separados de la familia para mantener a sus hijos, realizan tareas duras y mundanas, construyen lentamente su riqueza e invierten en un futuro mejor para sus seres queridos.

Las similitudes entre la Polonia del siglo XX y la Ucrania actual son increíbles. Ellos somos nosotros, solo que mucho más tarde y en diferentes circunstancias. Nos rompe el corazón ver lo que tienen que soportar con la guerra de Putin, ya que esto es exactamente lo que nuestras familias de dos o tres generaciones tuvieron que soportar debido a Hitler y Stalin. Hoy está sucediendo más rápido y con armas más devastadoras.

Lo hemos visto venir

Lo que es extremadamente desgarrador es que en realidad lo hemos visto venir. Desde 2008 ha sido muy claro que Putin se está convirtiendo en una versión de Hitler, con sus comentarios nacionalistas, asesinatos despiadados de enemigos y oposición y con la concentración de poder en su sola mano. Sin embargo, no nos lo creímos. Hemos financiado su poder y sus negocios. Es Europa quien ha pagado por los misiles que se estrellan hoy en Ucrania.

En Polonia, seríamos los siguientes. Si Ucrania cayera en cuestión de días y Occidente no estuviera tan unido como ha resultado estar (¡afortunadamente!), está bastante claro que Putin intentaría invadir/desestabilizar Polonia y/o los países bálticos. Tenemos dos conexiones muy importantes con Europa, Yamal (tubería de gas natural) y la amistad. Estarían encantados de apropiárselas y, si existiera la posibilidad, y si no te importan las guerras, las muertes, el dolor, etc., pensando que puedes ser el nuevo mandatario de Europa, ¿por qué no apropiártelas? Me da escalofríos sólo de escribirlo.

La empatía existe



Pero, a pesar de su alevosía, han calculado mal. Ucrania es un país extremadamente valiente, al igual que Polonia en la Segunda Guerra Mundial. Hoy conocen el sabor de la libertad y lucharán por la libertad con todo lo que tienen. Incluso si Rusia invade y domina la tierra, no se retirarán. Guerra de guerrillas para siempre. Y afortunadamente, parece que esta vez los aliados han reaccionado con mucha mayor rapidez que en la Segunda Guerra Mundial, lo cual es una muy buena señal y nuestra fuente de esperanza, para Ucrania y para Europa. Porque tal vez, tal vez, si los ucranianos retienen a los rusos el tiempo suficiente, el efecto económico de no hacer negocios con Occidente destruirá a Putin. Ya veremos.

Por tanto, aunque todavía estamos desconcertados por todo el riesgo que nos rodea en tan poco tiempo, nuestros pensamientos están principalmente con Ucrania, porque la empatía existe. Polonia y los polacos hacen un gran esfuerzo para apoyar a los ucranianos de cualquier manera posible (militar también) y brindan asilo a los refugiados (crecen rápidamente). Estamos haciendo un buen trabajo, creo. Por tanto, desde la perspectiva general, en este momento sugiero que la ayuda más valiosa ahora es financiar la lucha de Ucrania por la libertad, y en realidad tienen una cuenta abierta en su Banco Nacional; en la que podéis contribuir si lo deseáis 😉 – aquí está el enlace con todo opciones posibles.

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