Aunque ya explicamos en un primer artículo cómo funcionan las nuevas balizas V-16 y cuál será su papel dentro del ecosistema de la DGT 3.0, siguen surgiendo dudas sobre su uso, que afectan a su uso. No todas las casuísticas están claras para los conductores, especialmente en lo que respecta a la colocación en vehículos menos comunes, la relación con la ITV o el futuro del chaleco reflectante y de los triángulos que todos conocemos. También a los dos tipos de baliza que existen en función de sus baterías.
A continuación damos información sobre estas dudas
¿Dónde se deben colocar?
En cuanto a la instalación, la normativa dice que la baliza se debe colocar en la parte más alta posible para maximizar la visibilidad. Por el momento, los fabricantes de balizas están optando por un sistema de sujeción magnético que no tiene en cuenta algunas casuísticas.
¿Y en un coche descapotable?
¿Y qué ocurre con los vehículos descapotables con techo de lona (o con techos de material compuesto) en los que las bases magnéticas no pueden asegurar la fijación? La DGT obliga, del mismo modo que en el resto de vehículos, a colocarla en el punto más alto. En este caso, lo más óptimo sería hacerlo en el propio parabrisas delantero, por la parte exterior. También podrá colocarse en el arco antivuelco (si el coche lo tiene) gracias a su imán. En caso de que sea imposible en estas dos zonas, se fijará a la tapa del maletero o al lateral de la propia puerta del conductor.
¿Puedo tirar los triángulos?
Hasta enero de 2026, los triángulos continúan siendo válidos y no tenerlos podría ser motivo de sanción. Sin embargo, a partir de esa fecha dejarán de usarse y ya no se considerarán un elemento de seguridad válido en España. Eso sí, si tienes pensado viajar por Europa con tu coche, debes llevarlos en el maletero, ya que en otros países podrían pedirte su uso. Recuerda que la baliza V-16 es, por el momento, un elemento exigido únicamente en España.
¿Sigue siendo obligatorio el chaleco?
Sí. La norma no ha cambiado en este sentido. El conductor debe llevar al menos uno en el interior del habitáculo para salir del coche con seguridad, aunque el uso de la baliza pretenda precisamente evitar que el usuario camine por la vía. Es probable que en el futuro se revise su obligatoriedad, pero hoy sigue siendo un elemento exigido, sobre todo en circunstancias en las que el conductor deba salir del coche para garantizar su integridad física, como en un incendio.
¿Me mirarán en la ITV si llevo la baliza?
La normativa de inspecciones técnicas no contempla la comprobación de elementos portátiles de emergencia, igual que no se verifica si el vehículo lleva botiquín o cadenas. Es un dispositivo obligatorio a efectos circulatorios, pero no forma parte del manual de procedimientos de la ITV.
¿Habrá controles policiales para asegurar que los conductores la llevan?
Pere Navarro, director de la DGT, ha declarado recientemente que al principio habrá cierta flexibilidad. La intención no es sancionar de inmediato, sino permitir un periodo de adaptación, del mismo modo que ocurrió en su día con los triángulos o los chalecos. Con el tiempo, sí pueden realizarse controles específicos, igual que se hacen sobre documentación u otros elementos obligatorios.
También es vital que, antes de comprar cualquier baliza, compruebes en la lista de dispositivos homologados de la DGT que realmente es válida. Tener una V-16 que no está certificada por la propia Dirección General de Tráfico es como no tenerla.
¿Funcionará la baliza V-16 en túneles y zonas sin cobertura?
El Ministerio del Interior salió al paso de los bulos y comunicó en X que las balizas disponen de una conexión de red especial que garantiza la transmisión de datos incluso sin señal, y que, si esta falta, las propias balizas actuarían simplemente como luz, para advertir al resto de conductores a través de la señal lumínica.
Tipos de batería de las balizas
La mayoría de balizas homologadas utilizan uno de estos dos sistemas de alimentación: pilas alcalinas tradicionales o baterías recargables internas. Ambos tipos son válidos mientras cumplan con la autonomía mínima exigida por la normativa, que es de 18 meses. Las pilas facilitan tener un recambio inmediato en carretera, mientras que las unidades recargables ofrecen más estabilidad de tensión, pero en ambos casos, lo importante es que la luz debe permanecer operativa durante más de 30 minutos, incluso con temperaturas extremas.