El V60 Cross Country es una variante del V60 adaptada para circular con más facilidad por caminos de tierra o carreteras nevadas. Tiene una suspensión distinta que, junto con unos neumáticos de mayor perfil, dejan la carrocería 6,5 centímetros más lejos del suelo. Por tamaño y tipo de coche es una alternativa a modelos como el Audi A4 allroad, el Volkswagen Passat Alltrack, el Škoda Scout y el Subaru Outback. Existen otros modelos de similares características pero con una longitud menor como el SEAT León X-PERIENCE y el Volkswagen Golf Alltrack.
La altura libre hasta el suelo es de 20,1 cm, prácticamente lo mismo que un Subaru Outback (20,0 cm) y mucho más que un Škoda Scout (17,1 cm) o un Audi A4 allroad (18,0 cm). Las versiones con el sistema de tracción a las cuatro ruedas tienen, además, un sistema de ayuda para el descenso de pendientes.
La versión más asequible del V60 Cross Country tiene tracción delantera, un motor Diesel de 150 caballos y cuesta 35 950 euros (todos los precios), un precio ligeramente más elevado que el de un Opel Insignia Country Tourer 2.0 CDTi 170 CV que, además, tiene un motor más potente (ficha comparativa). Un Škoda Scout 2.0 TDI 150 CV y un Subaru Outback 2.0 TD 150 CV son más asequibles y además tienen de serie tracción a las cuatro ruedas (ficha comparativa), mientras que el Audi A4 allroad 2.0 TDI 150 quattro y el Volkswagen Passat Alltrack 2.0 TDI 150 (ambos también con tracción total) son claramente más caros (ficha comparativa). A igualdad de motor y nivel de equipamiento, el Cross Country es entre 1387 y 2113 euros más costoso que el V60.
La gama de motores es un poco más reducida que la del resto de la gama V60. Hay tres Diesel —D3 de 150 CV, D4 de 190 CV (cuatro cilindros) y D4 AWD de 190 CV (cinco cilindros)— y una de gasolina —T5 AWD de 254 CV (cinco cilindros)—. El cambio de marchas de las versiones con motor Diesel de cuatro cilindros es manual y tiene seis velocidades, aunque opcionalmente se puede optar por uno automático de convertidor de par con ocho relaciones. Las versiones con motor de cinco cilindros (T5 AWD y D4 AWD) van siempre asociadas a un cambio automático de seis velocidades.
En función de la versión elegida, la tracción puede ser en las ruedas delanteras o en las cuatro. Este último sistema funciona mediante un embrague multidisco controlado electrónicamente que reparte la fuerza del motor entre los dos ejes en función de la adherencia de los neumáticos. A continuación hay una tabla en la que aparecen todas las combinaciones de motor, caja de cambios y sistemas de tracción:
Diesel | |||
Versión | CV | Cambio | Tracción |
D3 | 150 | Manual (6 vel.) / Aut. (8 vel.) | Delantera |
D4 (4 cilindros) | 190 | Manual (6 vel.) / Aut. (8 vel.) | Delantera |
D4 AWD (5 cilindros) | 190 | Aut. (6 vel.) | Total |
Gasolina | |||
T5 AWD | 254 | Aut. (6 vel.) | Total |
Durante la presentación del modelo a la prensa he conducido las versiones Diesel D3 de 150 CV y D4 AWD de 190 CV, en ambos casos asociadas a un cambio automático (de ocho velocidades en el primer caso y de seis en el segundo). Las dos tienen en común unos motores con un funcionamiento suave y silencioso, y un margen de utilización especialmente amplio (empujan de manera contundente desde unas 1600 rpm y llegan con fuerza hasta casi las 5000), aunque creo que la versión de 150 CV es mejor en todos estos aspectos. Aunque la diferencia de potencia entre las dos versiones es grande (40 CV a favor del D4 AWD), no me ha parecido que se note especialmente a la hora conducir a un ritmo normal o incluso elevado. Sí es muy distinto el consumo de combustible, que en condiciones normales de circulación resulta en torno a un 30% más elevado en la versión D4 AWD (en parte por el peso que supone el sistema de tracción a las cuatro ruedas).
El cambio automático de ocho velocidades de la versión D3 (opcional por 2420 euros) funciona de manera satisfactoria; no resulta el más rápido ni el más suave, pero cumple bien con su cometido. El de la versión D4 AWD (que es de serie) tiene seis velocidades e igualmente resulta correcto en su funcionamiento, aunque el resbalamiento del convertidor de par es, en ocasiones, muy acusado.
La suspensión del V60 Cross Country tiene un ajuste más bien blando, sin embargo reacciona con cierta sequedad ante aquellas irregularidades que implican un movimiento rápido de las ruedas (por ejemplo una junta de dilatación mal enrasada o un reductor de velocidad de las que hay en algunas ciudades). Aunque la carrocería llega a balancear notablemente al circular rápido por carreteras de curvas, la sensación que transmite el vehículo es de control y seguridad, incluso ante maniobras bruscas. Llama la atención la suavidad y eficacia con la que actúan los controles electrónicos de tracción y estabilidad.
También sobresale por la suavidad con la que circula por autopistas y vías rápidas —incluso a velocidades elevadas— y por un aislamiento acústico muy bien conseguido que impide que lleguen con claridad al habitáculo los ruidos provocados por el motor, la rodadura o el aire en contacto con la carrocería.
Se trata, por lo tanto, de un vehículo cómodo y que transmite confianza y seguridad en todo momento, pero que no invita a circular rápido por carreteras de curvas porque no reacciona con tanta precisión como, por ejemplo, un SEAT León X-PERIENCE o, en menor medida, un Škoda Scout.
El aspecto del V60 Cross Country es ligeramente distinto al del resto de versiones de la gama V60. Tiene unas protecciones de plástico negro situados en los paragolpes y en los pasos de rueda, una parrilla con un diseño diferente y un difusor posterior en color gris con la inscripción «Cross Country» (imagen). Además, tiene unos nuevos modelos de llantas de aleación de 18 y 19 pulgadas de diámetro y las cubiertas de los espejos retrovisores exteriores son de color negro. En el habitáculo los cambios son muy pequeños, por lo que las Impresiones del interior del V60 son plenamente aplicables al V60 Cross Country.
Está disponible con tres niveles de equipamiento: Kinetic, Momentum y Summum. En todos ellos forman parte del equipamiento de serie elementos como el programador de velocidad, el climatizador automático, el freno de estacionamiento automático, las llantas de aleación o el sistema de arrancada fácil en rampa. Opcionalmente puede tener elementos que ya están disponibles en la gama V60, como el sistema de aviso por cambio involuntario de carril, el detector de objetos en el ángulo muerto o un programador de velocidad activo.
De acuerdo con nuestro comparador de seguros, una póliza a todo riesgo sin franquicia para un Volvo V60 Cross Country D3 150 CV con nivel de equipamiento Momentum (el intermedio) tiene un precio mínimo de 469 euros. Se trata de una póliza de la compañía Mapfre y tiene una relación entre calidad y precio muy buena (8,64 puntos sobre 10). El tomador es un hombre de 45 años que recorre hasta 20 000 kilómetros al año, reside en Salamanca y aparca en un garaje comunitario.