El Škoda Superb 2019 es una actualización del Superb modelo-año 2015. Como en el modelo previo, hay dos variantes: una de cinco puertas y otra familiar denominada Combi. Tiene un diseño ligeramente renovado, puede estar mejor equipado y presenta novedades en la gama de motores, principalmente debido a la incorporación de una versión híbrida enchufable.
Las versiones que sólo tienen motor de combustión ya están disponibles. El precio de partida es 31 590 euros con un motor Diesel de 120 caballos (precios con carrocería de tipo berlina de cinco puertas y precios con la carrocería familiar o Combi). De momento, estos precios ni incluyen descuento oficial (y lo habrá). Por ese motivo, de momento no podemos comparar su precio en igualdad de condiciones con el de otras alternativas que sí tienen descuento.
Como el modelo anterior, el nuevo Superb es un vehículo particularmente espacioso en sentido longitudinal (hay más distancia libre la para las piernas de los ocupante que en cualquier modelo de precio similar o incluso mucho mayor) con lo que cuatro ocupantes viajarán muy cómodos. La anchura entre puertas también es buena (mediciones del interior del Škoda Superb Berlina). El volumen del maletero sigue siendo sobresaliente entre sus alternativas: 625 y 660 litros respectivamente (listado de turismos y turismos familiares ordenados por el volumen de su maletero). En carretera es un coche silencioso, agradable de conducir y que permite recorrer grandes distancias con comodidad. En términos generales, su nivel de calidad (tanto de marcha como de materiales) es parecida a de un Ford Mondeo o un Opel Insignia.
La producción Superb híbrido enchufable dará comienzo en otoño de 2019 y el inicio de comercialización está previsto para principios de 2020. El Superb iV, que es la denominación que Škoda utiliza para la versión híbrida enchufable, tiene un motor de gasolina de 1,4 litros de cilindrada y 156 CV y un motor eléctrico de 114 CV. La potencia máxima conjunta del sistema es 218 CV y la autonomía homologada en modo eléctrico es 55 km bajo el ciclo de homologación WLTP, de manera que este vehículo obtendrá la calificación ambiental «0 Emisiones» de la DGT. La batería tiene 13 kWh de capacidad y va ubicada en el piso, por delante del eje trasero de ruedas (imagen); por este motivo los Superb V tienen un maletero 140 litros más pequeño (485 y 510 litros, berlina y Combi respectivamente) que las versiones con motor de combustión. Según Škoda, una recarga completa se puede realizar en 3,5 horas si se utiliza una instalación de 3,6 kW de potencia. La caja de cambios es una automática de doble embrague y seis velocidades.
El Superb iV tiene tres modos de funcionamiento. «Sport mode» da prioridad las prestaciones (utiliza todo el potencial del sistema híbrido), en «E-mode» el vehículo funciona en modo eléctrico y en «HYBRID mode» el vehículo gestiona automáticamente la actuación de ambos motores. También existe la opción de mantener la carga de la batería a un nivel determinado para utilizarla en un momento posterior del viaje, como al llegar a una ciudad.
Además de la versión híbrida enchufable, la gama de motores se compone de otros seis motores, en su mayoría ya utilizados en el Superb 2015. Tres de ellos son de gasolina —1.5 TSI de 150 CV, 2.0 TSI de 190 CV y 2.0 TSI de 272 CV— y los otros tres Diesel —1.6 TDI de 120 CV, 2.0 TDI de 150 CV (que es nuevo y llegará un poco más adelante que el resto) y 2.0 TDI de 190 CV—. En función de la versión, el cambio de marchas puede ser manual de seis marchas o automático de tipo doble embrague de siete; y la tracción en las ruedas delanteras o en las cuatro.
El Superb con el motor de gasolina de 150 caballos puede ser muy buena opción porque da buena capacidad de aceleración y suavidad de marcha. Los motores de mayor potencia son, naturalmente, más veloces pero creo que habrá pocas circunstancias en las que el de 150 sea escaso. Con el nuevo motor Diesel de 150 caballos (que lo he probado con tracción delantera y cambio de marchas automático), he tenido la impresión de que no es mucho más lento que el de Diesel de 190 CV (que lo he probado con cambio automático y tracción total, que siempre supone un lastre respecto al sistema de tracción a un solo eje). Skoda se refiere a este motor Diesel de 150 caballos como 2.0 TDI EVO y es distinto al anterior Diesel de 150 CV. El Superb es el primer modelo de esta marca que lo puede tener (ya está disponible en otros modelos del Grupo Volkswagen, como el Volkswagen Passat).
Las dimensiones de la carrocería son prácticamente idénticas a las del modelo anterior, aunque debido al nuevo diseño del paragolpes delantero, el Superb berlina es 8 milímetros más largo y el Superb Combi, 6 mm más (miden 4,87 y 4,86 metros de longitud respectivamente).
Los cambios en el exterior afectan principalmente a los faros y pilotos, que tienen un diseño distinto y ahora realizan todas sus funciones mediante ledes, y a la parrilla, que ahora es más grande, tiene láminas dobles y penetra más hacia la parte baja del paragolpes. Además, hay nuevas llantas de 18 y 19 pulgadas y dos nuevos colores para la carrocería: Negro Crystal y Azul Race. En el habitáculo los cambios son sutiles y se limitan a unas nuevas molduras decorativas para el salpicadero y las puertas y nuevos tapizados con costuras en contraste.
Hay tres sistemas multimedia distintos: Bolero, Amundsen y Columbus. Los dos primeros tienen de serie una pantalla táctil de ocho pulgadas, siendo la ausencia del sistema de navegación en el más sencillo —Bolero— la principal diferencia entre ambos. El de mayores prestaciones —Columbus— incluye, además del navegador, una pantalla de 9,2 pulgadas, control gestual para algunas funciones, un lector de DVD, un disco duro para almacenar música y una conexión inalámbrica mediante red 4G con la que obtiene información del tráfico, del tiempo o noticias y además recibe actualizaciones de software. Los tres sistemas son compatibles con Android Auto de Google y CarPlay de Apple.
La instrumentación, como en el Superb anterior, puede ser de dos tipos: una convencional con dos indicadores de agujas y una pequeña pantalla central a color y otra compuesta por una pantalla de 10,25 pulgadas y varios modos de visualización (Virtual Cockpit).
Por primera vez en un Škoda de producción, es posible pedir unos faros matriciales de ledes. Estos tienen varios módulos que se encienden o apagan de manera independiente para dar la mayor cantidad de luz posible sin deslumbrar a otros usuarios de la vía. Actúan de acuerdo a la información que reciben de una cámara situada en la parte superior del parabrisas. Junto con estos faros, también es posible pedir unos pilotos cuyos intermitentes se encienden de manera secuencial en el sentido del giro.
También es novedad el «Predictive Cruise Control», un programador de velocidad activo que ajusta la velocidad del vehículo a la máxima permitida de la vía gracias a la información recogida por la cámara del parabrisas y la que ofrece el sistema de navegación. Otros sistemas de seguridad y ayuda a la conducción son, entre otros, el de frenada de emergencia en ciudad con reconocimiento de peatones, un detector de vehículos en el ángulo muerto, uno de aparcamiento semiautomático o uno de asistencia por cambio involuntario de carril.