Tiene un motor de 2,0 litros de cilindrada, 8 válvulas y 115 CV. Su respuesta es buena desde bajo o medio régimen, pero tiene poca capacidad para estirarse con brío por encima de 5.000 rpm.
Se adapta perfectamente a un tipo de conducción utilizando marchas largas; quien valore la capacidad de aceleración a alto régimen puede quedar un poco defraudado.
El consumo de combustible es bueno en desplazamientos por carretera abierta, y lo más negativo de este motor es un sonido áspero que emite el motor en aceleración y que llega muy poco amortiguado al interior.
Está a la venta por 14.605 € la versión de tres puertas y 15.043 la de cinco; es casi lo mismo que cuesta el Ibiza Diesel TDI de 101 CV (14.595 € en tres puertas y 15.016 € en cinco puertas). Por esta igualdad de precio, el de gasolina nunca compensa económicamente, pero si es ligeramente más rápido que el Diesel en velocidad punta y capacidad de aceleración, no en recuperación. El motor 1.9 TDi de 101 CV tiene más vibraciones que el de gasolina, pero una vez rodando y en aceleración, creo que el 2.0 de 115 CV es más ruidoso.
El SEAT ibiza 2.0 sólo está disponible en nivel de equipamiento «Sport», que tiene una suspensión que absorbe poco las irregularidades y las transmite al interior en forma de movimientos rápidos de carrocería. Sin embargo, el tacto que esta suspensión da al coche es bueno y con una cierta faceta «deportiva».
La estabilidad es muy buena en carretera rápida y no muy bacheada, pero no es de los más ágiles (ni de los que menos) en las que son muy lentas y con muchas curvas.
No hay muchas alternativas a este Ibiza 2.0 Sport; un motor de dos litros de cilindrada y 115 CV de potencia, es una combinación inusual en un coche de casi cuatro metros de longitud. Los utilitarios que tienen una potencia similar (entre 105 y 125 CV) son más pequeños y tienen un motor de menos cilindrada que el Ibiza.
Las posibles alternativas son: el Peugeot 206 1.6 de 110 CV, el Citroën C3 1.6 con la misma potencia o el Rover 25 1.6. Otra opción es el Opel Corsa 1.8 16V, mientras que lo más parecido al Ibiza 2.0 Sport es el Skoda Fabia con idéntico motor (Ficha comparativa de ambos modelos).
Este motor es el mismo que usan otros modelos del grupo Volkswagen como el Passat, Bora, New Beetle, Golf, Skoda Fabia, Octavia y SEAT Alhambra. La primera versión de este motor (con una culata distinta, pero con la misma potencia y cilindrada) se montó también en el anterior Ibiza, además de otros muchos modelos del grupo Volkswagen.