Un Peugeot 407 mide 4.676 mm de largo y tiene menos espacio longitudinal que coche menores, como el Škoda Octavia, el Toyota Avensis, el Citroën C5 o el Alfa Romeo 156 (citados de más a menos amplios).
Un Ford Mondeo, que mide 55 mm de longitud más que un 407, tiene 10 cm más de espacio para las piernas en las plazas traseras. Comparado con un Mondeo, la impresión que da el 407 es que todo el habitáculo está más retrasado con relación al eje delantero. No obstante, hemos tenido ocasión de examinar un 407 y un Mondeo, uno al lado del otro, y resulta difícil ver por qué dos coches de batalla tan parecida (2.725 y 2.754 mm, respectivamente) tienen un habitáculo tan distinto dimensionalmente.
Además de que no hay mucho espacio para las piernas, tampoco hay una altura libre que permita a una persona mayor de 1,70 m ir sin rozar con la cabeza en el techo, si se sienta más bien erguida (que es lo más recomendable). Otro inconveniente para las personas altas es que el reposacabezas trasero queda un poco lejos.
Para niños colocados en sus sillas es perfectamente válido, aunque con el inconveniente de que hay menos espacio que en otros coches para acomodarlos (si son pequeños y es preciso hacerlo).
La distancia relativamente corta entre los asientos también afecta a la facilidad para entrar en el coche. Las puertas tienen una forma adecuada, porque deja mucho espacio para la cabeza; donde falta espacio para entrar con facilidad es entre el montante central y el borde del asiento. En este coche es relativamente más fácil salir que entrar; normalmente, las personas con poca movilidad tienen más dificultad para salir que para entrar.
Los ocupantes de las plazas traseras tienen salidas de aire independientes y orientables, situadas al final de la consola. Pueden guardar cosas en las bolsas de las puertas, en las que están tras los respaldos delanteros y en un pequeño hueco que hay dentro del reposabrazos central. Ahí también hay dos soportes para latas de bebida. Hay una luz central y dos luces independientes, una para cada pasajero.
Aunque de momento no está disponible, en el manual ya figura un botón en el salpicadero con el que se anulan la apertura de las puertas traseras desde el interior. Este botón me parece muy útil porque permite evitar que un niño abra la puerta cuando no debe, pero que pueda abrirla si el conductor lo estima oportuno. También permite llevar alternativamente niños y adultos en las plazas traseras, sin tener que intervenir en el mecanismo que normalmente sirve como bloqueo de seguridad.
El espacio longitudinal que no tiene el habitáculo tampoco está en el maletero, que mide menos de un metro de fondo. Lo compensa el hecho de que es muy ancho y tiene una altura normal. A igualdad de volumen, es más fácil de cargar un maletero ancho que uno largo, siempre que la boca de carga también sea ancha, como en este caso.