El consumo del 407 no es muy distinto del que tienen otras berlinas Diesel de este tamaño y potencia. Hay algunos que gastan un poco menos (las que tienen el motor Volkswagen de 1,9 l y 131 CV) y otras que gastan un poco más (el Honda Accord). En todo caso, las diferencias no son relevantes con relación a otros gastos que genera el coche. Sí hay una ventaja grande en consumo con relación al antiguo motor de 2,2 l de cilindrada y 133 CV que tenía el 406.
En recorridos por carreteras amplias a velocidades legales, con tráfico fluido y conducción suave, el consumo puede estar en torno a 6,5 l/100 km. En un recorrido rápido por carretera lenta, aunque sin apurar a menudo toda la capacidad de aceleración del coche, ha gastado 10,0 l/100 km.
En el recorrido de referencia por carretera de sentido único hemos encontrado mucho más tráfico del normal; en otras condiciones el consumo sería ligeramente inferior. La velocidad media ha sido 3 km/h más baja de lo normal.
En esas condiciones, el 407 ha gastado 7,7 l/100 km (7,5 indicaba el ordenador). Hay una diferencia grande con relación al Volvo S40 que hemos probado recientemente y que tiene el mismo motor; el Volvo gastó en ese mismo recorrido 6,6 l/100 km.
Además de las condiciones de tráfico, favorables en el caso del Volvo y desfavorables en el del 407, hay una diferencia en el peso (43 kg más ligero el Volvo) y en los desarrollos de transmisión. El Volvo tiene una sexta velocidad de 57,1 km/h cada 1.000 rpm; siempre que se pueda mantener esa marcha, el consumo es muy bajo. La sexta del 407 da 53,6 km/h por cada 1.000 rpm; es decir, a 150 km/h, el motor del Volvo gira unas 200 rpm más despacio.
Aunque el efecto de esas diferencias es palpable en un recorrido de consumo como el que hacemos, no explican del todo que el S40 haya gastado un catorce por ciento menos. Los motores del 407 y del S40 serán el mismo a la vista de una ficha técnica ordinaria, pero definitivamente no son motores iguales, al menos en las unidades que hemos probado.
Además de en el consumo, hay una diferencia apreciable en las prestaciones, el ruido y las vibraciones. El 407 acelera normalmente para su potencia; un Honda Accord de 140 CV o un Volkswagen Pasat de 131 son ligeramente más rápidos, pero la diferencia en carretera es despreciable casi siempre.
En cambio, esa diferencia es mayor si compramos este 407 y el S40 con el mismo motor. Si se conducen los dos alternativamente, como hemos podido hacer, es patente que el Volvo tiene más fuerza. Sin embargo, esa ventaja de prestaciones no hace que pueda ir mucho más deprisa por una carretera lenta.
La diferencia de suavidad y ruido, favorable al 407, me parece más importante que la de prestaciones. No es sólo una cuestión de aislamiento; desde fuera del coche y con el capó abierto, el Volvo suena más. El 407 es un coche muy suave de motor, que hace poco ruido y que no tiene un sonido tan característicamente Diesel como el Volvo.
Considero que, para usar el coche intensamente por carretera o ciudad, esta ventaja en ruido y vibraciones con relación a otros modelos (no solo frente al S40), es más valiosa que la que puedan tener otros en prestaciones o en consumo.
El principal inconveniente en uso normal de este 407, como ocurre en mayor o menor medida con estos coches Diesel, es que sale peor de los semáforos porque obliga a acelerar y hacer patinar el embrague más que con un motor de gasolina normal, cuando las condiciones son desfavorables (calor, cuesta y el aire acondicionado puesto). El 407 no es de los peores en este sentido (es peor el Mondeo TDCi, por ejemplo), pero tampoco de los mejores.