El Opel Zafira Tourer está en venta desde 18 550 € (todos los precios). Me parece recomendable porque cumple muy bien con lo que se puede desear en un monovolumen: es amplio —tanto el habitáculo como el maletero—, funcional, cómodo y sus reacciones son prácticamente idénticas a las de un turismo.
Un punto débil de la versión que hemos probado es el motor Diesel de 165 CV —en agosto de 2015 fue sustituido por otro de 170 CV— que, aunque da unas prestaciones y un consumo normales, no es tan agradable como los equivalentes de otros modelos, como el Renault Grand Scénic y el Volkswagen Touran.
El Zafira Tourer es un monovolumen estructuralmente distinto al anterior Zafira y más grande. Convivieron a la venta un tiempo pero el Zafira no se comercializa desde 2014. El Zafira Tourer mide 4,66 metros, ligeramente mayor que la de un Ford Grand C-MAX (4,52 metros) y un Peugeot 5008 (4,53 metros). La plataforma es la misma que la del Chevrolet Orlando (ficha comparativa).
El Zafira Tourer tiene un interior de siete plazas pero se puede adquirir también únicamente con cinco —cuesta entre 300 y 350 € menos—. La ganancia de habitabilidad respecto al Zafira se obtiene principalmente en las plazas de la segunda fila y en el volumen del maletero: 65 litros más con cinco plazas. La tercera fila no es más espaciosa, de hecho hay unos centímetros menos de altura hasta el techo. Estas dos plazas adicionales no son cómodas para que un adulto de talla media haga un trayecto largo, sí para un desplazamiento corto o para ser utilizadas por niños.
Para la segunda fila hay dos tipos de asientos, siempre con tres plazas individuales. El llamado «Lounge Seating» —disponible de serie con el nivel de equipamiento «Excellence» y como opción con el «Selective»— permite tener más espacio para las piernas y hacer más seguras esas plazas, condicionando ambas ventajas a disponer sólo dos de los tres asientos. Si detrás no van a viajar habitualmente tres personas, me parece una opción muy recomendable ya que su único inconveniente puede ser el precio, y éste es pequeño: sólo cuesta 250 €.
En el apartado de impresiones del interior hay más información sobre la capacidad interior y las distintas configuraciones posibles de los asientos. En uno de nuestros blogs hay vídeos ilustrativos sobre algunos elementos de equipamiento —los asientos «Lounge Seating», el parabrisas panorámico y la consola «FlexConsole»—.
Con la suspensión que permite variar la dureza de los amortiguadores («Flexride»), opcional y la que tenía el coche que hemos probado, el Zafira Tourer consigue un buen compromiso entre confort y estabilidad, siendo, para mi gusto, uno de los mejores en estos aspectos junto con el Ford Grand C-Max y el Volkswagen Touran.
Gama y precios
Hay seis versiones disponibles: tres Diesel —120, 136, 170 CV— (sustituyen respectivamente a las anteriores versiones de 110, 130 y 165 CV), tres de gasolina —120, 140 y 200 CV (esta sustituye al de 170 CV). Una versión de 150 CV que podía funcionar con gasolina o gas natural estuvo en venta hasta abril de 2013. En función del motor, el cambio es manual, automático o están ambos disponibles. Desde principios de 2013 y hasta agosto de 2015 se comercializó una Diesel de 195 CV. Aquí detallamos todos los cambios desde que comenzó a comercializarse tras el verano de 2011 y en la siguiente tabla se pueden ver todas las opciones disponibles actualmente.
Diesel | ||
Versión | CV | Cambio |
1.6 CDTI | 120 | Manual 6 vel. |
1.6 CDTI | 136 | Manual 6 vel. |
2.0 CDTI | 170 | Manual 6 vel./ Automático 6 vel. |
Gasolina | ||
Versión | CV | Cambio |
1.4 Turbo | 120 | Manual 6 vel. |
1.4 Turbo | 140 | Manual 6 vel./ Automático 6 vel. |
1.6 Turbo | 200 | Manual 6 vel. |
El precio de partida de la gama Zafira Tourer es 18 550 €. La diferencia entre las versiones Diesel de 120 y 136 CV es de casi 3000 €, a igualdad de equipamiento. La que hay entre las variantes de 136 y 170 CV es de unos 1000 €.
En general, el precio del Zafira Tourer es inferior al de sus alternativas por tamaño y potencia, bien sea con el motor Diesel de 120 CV (listado comparativo) como con el de 136 CV (listado comparativo). Tiene precios similares a un Renault Grand Scénic o un Chevrolet Orlando, por ejemplo. Actualmente hay pocos monovolúmenes de la longitud del Zafira Tourer con motor Diesel de más de 170 CV. Los más próximos por características son el Ford S-MAX, el Fiat Freemont y el BMW 220d Gran Tourer, aunque los dos primeros son bastante más grandes (en especial el Freemont) y el tercero más pequeño. La diferencia de precio a favor del Zafira Tourer es de unos 800 € frente al Freemont, supera los 6400 € frente al S-MAX y llega a los 11000 € en el caso del Gran Tourer (ficha comparativa).
Todas las versiones salvo la de gasolina menos potente, de 120 CV, llevan de serie un sistema de parada y arranque automático del motor («Stop&Start»).
La versión que menos consume de toda la gama es la quipada con el motor Diesel de 136 CV (4,1 l/100 km). A pesar de tener la menor potencia de los tres motores Diesel, la variante de 120 CV es la que más consume (5,5 l/100 km). El Zafira 1.6 CDTI de 136 CV tiene un consumo inferior frente a otros monovolúmenes de tamaño y potencia similares (listado comparativo).
Equipamiento
Hay tres niveles de equipamiento —«Expresion», «Selective» y «Excellence»—. Las diferencias básicas entre uno y otros se pueden ver en esta ficha comparativa. En la web de Opel es posible configurar el coche.
Como última novedad del modelo en términos de su equipamiento, Opel ofrece de serie para todas las versiones el nuevo teléfono de asistencia y emergencia OnStar.
El equipamiento del Zafira puede ser abundante, con elementos poco (o nada) frecuentes en un monovolúmenes de su precio. Incluso ha estrenado algunos inéditos en la gama Opel, como el programador de velocidad activo («ACC») que puede intervenir en los frenos para evitar una colisión, o disminuir las consecuencias de la misma, y uno detección de objetos en el ángulo muerto de los espejos retrovisores.
El primero es cómodo si se conduce en zonas con tráfico lento porque evita que tengamos que estar acelerando y frenando con los pies pero, como ocurre con este sistema en cualquier otro coche, tiene para mi gusto dos inconvenientes. Uno es que deja una distancia de seguridad tal con el coche de delante —posiblemente la que deberíamos dejar todos— que lo normal es que los coches del carril derecho vayan incorporándose al hueco que dejamos, con lo que el sistema tiene que volver a frenar para dejar, otra vez, una distancia de seguridad con el coche que se acaba de poner delante. Al final no queda más remedio que desactivarlo.
Otra cosa que a mí me resulta molesta en carreteras de más de dos carriles por sentido es que detecta con mucha antelación el obstáculo al que vamos adelantar así que hay que acostumbrarse a echarse al carril izquierdo en cuanto el testigo del cuadro de instrumentos (la silueta de un coche en color verde) indica que ha detectado un obstáculo para evitar así que frene automáticamente.
Algo parecido ocurre con el de detección de otros vehículos en el ángulo muerto de los espejos retrovisores. En muchas ocasiones pita cuando volvemos al carril derecho tras efectuar un adelantamiento. Y lo hace aunque el vehículo adelantado esté a una distancia prudencial —aquello que enseñan en las autoescuelas de que se puede volver al carril cuando el coche rebasado se ve por el retrovisor interior— y circule a una velocidad muy inferior, por lo que sería imposible golpearlo. La advertencia es mediante una luz naranja en los espejos retrovisores y un, muy molesto, pitido.
El mismo pitido se emplea para el aviso por cambio involuntario de carril, dispositivo que estaba desconectado cuando recogimos el coche y que yo también acabé desactivando en muchas ocasiones porque en carreteras de poca anchura el pitido, cada vez que te aproximas a una línea, termina siendo desesperante, tanto para el conductor como para el resto de los pasajeros. Un sistema mediante vibración del volante, que es lo que usan la mayoría de marcas, me parece mejor.
Como el Astra y el Insignia, también puede tener el sistema de reconocimiento de señales («Opel Eye») con algunas mejoras: ahora informa de la separación que hay (en segundos) con el vehículo precedente —en Alemania, por ejemplo, tiene que ser de un segundo—, alerta en caso de que se vaya a producir una colisión por alcance y adapta el haz de luz de los faros de xenón adaptativos, para no deslumbrar al conductor del vehículo que circula por delante.
Con el equipamiento «Excellence», el más costoso de los tres posibles, puede pedirse un parabrisas de gran tamaño que termina por detrás de las cabezas de los pasajeros delanteros dando una agradable sensación de amplitud. Para poder tapar la luz en días soleados, una pieza móvil, sobre la que van colocados los parasoles, se desplaza manualmente hasta dejar la parte visible del parabrisas del mismo tamaño que uno normal. Sobre las plazas traseras puede haber un techo de cristal; no se puede abrir y tiene una cortinilla de accionamiento eléctrico para disminuir la cantidad de radiación solar que llega al habitáculo. Con el mismo fin, hay unas cortinillas enrollables en las ventanillas de la segunda fila de asientos. Sólo hay anclajes Isofix en los dos asientos laterales de la segunda fila.
El freno de estacionamiento es de palanca («Expresion» y «Selective») o eléctrico («Excellence») —opcionalmente en el «Selective»—. Cuando es eléctrico, cambia por completo la consola entre los asientos siendo mucho más práctica.
Precio del seguro
Asegurar a todo riesgo sin franquicia un Zafira Tourer con el motor Diesel de 131 CV cuyo conductor habitual sea un hombre casado de 40 años que resida en Madrid, realice unos 25 000 kilómetros anuales y lleve 5 años sin dar un parte de accidente, cuesta 733 € con Reale, que da la póliza con mejor relación entre calidad y precio (6,61 puntos sobre 10). La más barata es de Balumba, que cuesta 634 € y tiene una puntuación de 5,78. Estos datos los hemos obtenido con nuestro comparador de seguros.