El Ford Fiesta con el motor gasolina de 80 CV se puede elegir con carrocería de tres puertas (que Ford llama «Coupé») o de cinco, con nivel de equipamiento «Trend» o «Ghia», y con caja de cambios manual o automática «Durashift».
No todas las combinaciones de motor, equipamiento y cambio están disponibles. De hecho, con la carrocería de tres puertas (la que hemos probado) sólo está disponible con cambio manual y equipamiento «Trend» (equipamiento de todas las versiones).
Con un equipamiento semejante, el Fiesta Coupé 1.4 Trend tiene un precio similar al de un Renault Clio 3p 1.2 16v Pack Authentique. En general, es algo más costoso que otros utilitarios de su tamaño, potencia y equipamiento (listado con todos ellos).
Esta versión del Fiesta es cómoda de suspensión en todo tipo de vías. Es también un coche muy estable, aunque tenga una tendencia al balanceo algo mayor que ciertos modelos de enfoque más bien deportivo. Quien valore estas cualidades y no busque en particular un coche que gire plano o con una suspensión muy blanda, encontrará que esta versión del Fiesta puede ser muy satisfactoria.
El motor de gasolina de 80 CV es agradable de utilizar por su elasticidad y porque tiene un funcionamiento suave y relativamente silencioso.
Esto es lo más favorable del motor, porque las prestaciones y el consumo no son de las mejores.
Tiene menos fuerza que otros motores de su misma potencia, algo que queda reflejado en nuestras mediciones.
El consumo no es bajo: en autovía, a una media de casi 130 km/h, ha gastado casi 9 l/100 km. Para hacer esa media, ha sido necesario utilizar la cuarta velocidad en algunos repechos o para acelerar tras ser frenado por el tráfico. Un Fiat Grande Punto de 75 CV, durante un recorrido casi idéntico, tuvo un consumo de unos 7,5 l/100 km.
Los frenos, de disco delante y tambor detrás, me han parecido suficientes y han aguantado bien un uso intenso durante la bajada prolongada de un puerto de montaña.
El coche que aparece en las fotos tiene un kit de apariencia deportiva que ofrece Ford para montar en el concesionario. Está formado por un faldón delantero, un faldón trasero, faldones laterales, deflector trasero de techo y el colín de escape cromado. Tiene un coste de 1.104 €, a los que hay que sumar el precio del montaje (seis horas).
El interior es suficiente para cuatro personas. El acceso a las plazas traseras es mejorable porque los asientos delanteros no se desplazan hacia adelante, sólo se inclina el respaldo.
El aspecto del interior, renovado recientemente, es agradable. La postura de conducción no es mala, pero los asientos dan muy poca sujeción (son casi totalmente planos, tanto la banqueta como el respaldo) y si se toman curvas a mucha velocidad hay que sujetarse a algo para no desplazarse. A continuación reproduzco algunos comentarios de la prueba del Fiesta 5p 1.6 TDCi 90 CV que son válidos para esta versión:
Hay ciertos recubrimientos que dan mejor sensación que en el Fiesta anterior, como el plástico que recubre la parte superior del salpicadero, que ahora es acolchado (y puede ser de diversos colores, a elegir en función de la versión y del color de la carrocería); en todo caso, el Fiesta no es un coche refinado, ni puede tener recubrimientos gran calidad, como plásticos pintados o laminados en la consola.
Con todo, la mayor parte de los mandos tienen un accionamiento agradable, como los botones y ruletas del sistema de sonido, o las salidas de ventilación (grandes, con buen caudal y fáciles de orientar).
En general, el ajuste de las piezas está bien conseguido, salvo algunos detalles, como la unión del tapizado del techo al propio techo (poco sólida: el tapizado se hunde considerablemente cuando se empuja con los dedos). El acabado de los parasoles tampoco es bueno (está fabricado de un material poco agraciado).
La instrumentación del nuevo Fiesta es distinta a la del modelo anterior: lo que más cambia es que los indicadores de combustible y de la temperatura del líquido refrigerante son ahora de aguja, más fáciles de leer. Además, en el centro de la instrumentación ahora hay una pantalla desde la que se puede consultar el menú de configuración (y el ordenador, en las versiones que pueden llevarlo).