En el BMW 320e ocurre como en otros híbridos enchufables: tienen una coste por kilómetro bajo si su batería se puede enchufar habitualmente a la corriente.
Sin carga en la batería, el consumo de combustible del BMW 320e puede estar, en la mayor parte de las ocasiones, entre 6 y 7 litros cada cien kilómetros. Las cifras más cercanas a seis litros o incluso por debajo las he conseguido en la ciudad y sus alrededores, siempre que el tráfico fuera fluido. Cuando era muy denso, el gasto ha subido de forma considerable y he llegado a ver datos de hasta 9,0 l/100 km. En nuestro recorrido por autovía ha gastado 6,4 l/100 km, que está bien pero tampoco es un dato de récord. No tenemos datos de consumo en este recorrido ni de un 320d ni de un 320i, pero lo más probable es que el primero consuma mucho menos y el segundo muy parecido al 320e. Como referencia, el BMW 220i de 184 CV (un coche más pequeño y que también tiene motor de gasolina) gastó una décima menos y un BMW X3 xDrive20d (que es mucho más grande, tiene un motor Diesel y tracción total) consumió sólo 6,0 l/100 km.
El depósito de carburante del 320e es de 40 litros, igual que el de un Serie 3 318 o 320d. No es grande, pero sí suficiente en la mayor parte de los casos, salvo que se hagan viajes muy largos a un ritmo rápido.
Con carga en la batería, el 320e puede hacer 62 kilómetros homologados en modo eléctrico, según BMW. He conseguido cubrir 56 kilómetros con el 90% de la batería por entornos urbanos y de periferia con tráfico fluido, a razón de 14,1 kWh/100 km. En otro recorrido urbano pero menos favorable que el anterior (más tráfico y más paradas), he llegado a hacer unos 50 kilómetros con una recarga completa.
La batería tiene una capacidad útil de 11,2 kWh. Si aceptamos que una recarga requiere 11,2 kWh (que en realidad será algo más debido a las pérdidas, pero no pude comprobarlo) y el precio del kWh es de 0,16 euros, el coste de una recarga completa sería de 1,8 euros. Eso significa que recorrer 100 kilómetros en modo eléctrico tiene un precio de 3,6 euros.
Para activar el modo eléctrico hay que pulsar la tecla correspondiente que hay en la consola central (imagen). Justo al lado hay otra (con el dibujo de una pila a medio uso, imagen) que sirve para reservar la carga en la batería disponible en ese momento (por ejemplo, para utilizarla más adelante donde se desee). Lo que no hay es una función para llenar la batería utilizando el motor de combustión.
El ordenador de viaje tiene los parciales habituales en otros Serie 3 («desde el Inicio del viaje», «desde el repostaje», «desde fábrica» y «desde individual») y otro exclusivo de las versiones PHEV denominado «Desde la carga».
La recarga se puede hacer a un máximo de 16 amperios (3,7 kW) y BMW dice que el tiempo necesario son 3,6 horas. En la pantalla del sistema multimedia hay un menú que permite modificar la intensidad de la corriente (en 10 pasos, hasta un mínimo de 6 amperios) y otro que sirve para programar la recarga en un intervalo horario (día a día o por semanas completas). También hay una función llamada Plan de salidas, que sirve para que el vehículo esté ventilado a una hora determinada siempre que esté conectado a la red. En el navegador hay una función para buscar estaciones de recarga.