El 318ti es un coche estable en general, pero puede tener reacciones muy distintas a las de otros coches de su tamaño, que normalmente tienen tracción delantera en vez de trasera. La mayor parte de esas reacciones están contenidas por elcontrol de estabilidad y tracción.
Es un coche ágil; destaca por su facilidad para entrar en curvas lentas y por su rápida respuesta al volante. No es de los coches en los que hay que anticipar mucho el giro, por lo que resulta fácil ir por la trayectoria buscada. En curvas rápidas mantiene muy bien la trayectoria, independientemente de cómo esté el suelo y de cuánto se mueva la carrocería, bien porbalanceo o bien por cabeceo.
En cambio, en recta no es un coche muy estable, especialmente si el suelo no es perfectamente liso. Cuanto más irregular es el suelo, más frecuentes son las pequeñas correcciones necesarias para ir recto; esto es especialmente visible en las roderas que suele haber en el carril derecho; el coche «busca» esas roderas (en metáfora de Arturo de Andrés, es un coche que «lee» mucho la carretera). Esta reacción no la noté de forma tan evidente en el 325ti, que tampoco me pareció un coche tan ágil en curva lenta como el 318ti (diferencias entre estas versiones).
En suelo seco y con carretera uniforme es tan fácil de llevar como cualquier otro coche de su tamaño y potencia, con la ventaja de que con él es más fácil dar con la trayectoria adecuada que con la mayoría. Incluso en fuerte retención en curva, no es sobrevirador (la posibilidad de sobre viraje es menor que en algunos tracción delantera).
Si hay baches, se nota que el control de estabilidad y tracción trabaja más, aunque en esas condiciones me ha parecido que puede llegar a ser un poco exagerado. El coche está muy controlado en todo momento y, aunque es posible ir rápido con el control de estabilidad conectado, si se desconecta el coche no reacciona con brusquedad a un ritmo igual o ligeramente más rápido. En ciertas condiciones, el testigo del control de estabilidad está constantemente parpadeando, sin que ello signifique que a esa misma velocidad el coche está por encima de los límites.
Sobre suelo resbaladizo la cosa cambia; es difícil que se produzca sobreviraje por falta de motricidad, pero no por inercia. El control de tracción sujeta muy bien al coche aunque se acelere a fondo en marchas cortas con la dirección muy girada. El control de estabilidad, en cambio, no impide que pueda haber un cierto movimiento de sobreviraje si se va rápido, por ejemplo, en curvas enlazadas o en curvas que estén en medio de un cambio de rasante. Ese movimiento es suficiente para que el conductor pueda darse cuenta de que está sobre los límites de adherencia.
La suspensión es más bien poco flexible. Eso contribuye a que el coche tenga buen tacto en ciertas condiciones. Aunque no es una suspensión seca, sí puede resultar incómoda a algunas personas.
Los frenos paran muy bien al coche pero tienen el aguante ordinario, que es ligeramente escaso para un uso intenso. El cambio es mejor cuando está caliente que cuando está frío, y mejor cuando se maneja con rapidez que pausadamente. La dirección es rápida y el coche es muy maniobrable aunque sea muy largo de batalla.