El 120d es claramente más rápido en cualquier medición que el 120i. El gasolina es mucho más suave y silencioso salvo en determinadas circunstancias (por ejemplo, si se apura el motor hasta su límite donde puede ser ruidoso) y emite un sonido de mejor calidad. Aunque el 120i tiene un consumo bajo, la versión Diesel compensa económicamente desde el primer kilómetro por el consumo en litros y por precio del combustible.
La diferencia de prestaciones reales entre estas dos versiones es muy grande. Por ejemplo, en nuestra medición característica de aceleración (que se hace llevando hasta un régimen muy alto donde el motor es capaz de acelerar más desde 80 hasta 120 km/h) el Diesel es capaz de hacer la medición en 6,0 segundos por 7,3 del modelo de gasolina.
También es mejor en recuperación: el 120d tiene mucha más reserva de potencia en cualquier momento, en el de gasolina hay que usar mucho más la palanca de cambios para mantener un ritmo semejante y responde con mucha menos fuerza a las solicitudes con el acelerador.
El Diesel en ocasiones es ruidoso cuando el de gasolina es casi una referencia por suavidad y buen equilibrado para ser de cuatro cilindros. Por ejemplo, al ralentí o rodando por ciudad el 120d se desvela como algo hosco porque vibra, aunque esta sensación que desaparece a medida que gana velocidad.
No hay otro turbodiésel con una carrocería de dimensiones más o menos parecidas que tenga más potencia que este BMW. Los modelos semejantes por tamaño que están más cerca en potencia son el Alfa Romeo 147 1.9 JTD de 140 CV, el Fiat Stilo 1.9 JTD (de idéntica potencia), el Opel Astra 1.9 CDTI de 150 CV, el Audi A3 Sportback y el Volkswagen Golf, estos dos últimos con el motor 2.0 TDI de 140 CV, y el Seat León FR 1.9 TDI 150 CV.
Salvo el León, cualquiera de ellos es más lento que el BMW 120d. Las tres unidades que hemos probado de este motor del grupo Volkswagen (además de en el León, en un Golf IV y en un Toledo antiguo) han dado una aceleración y una recuperación sensiblemente más rápidas que el BMW.
El BMW es más potente, pero también 80 kg más pesado que el León. Lo que está claro es que aquellas versiones del motor 1,9 litros del grupo Volkswagen no daban 150 CV de potencia, sino mucha más. Tampoco sabemos si los coches que llegan a los clientes son así de rápidos.
El motor 2,0 litros de 163 CV del 120d tiene una respuesta enérgica y suave al mismo tiempo. Da una aceleración intensa a partir de unas 1.700 rpm en adelante, pero no tiene la brusquedad que en ocasiones muestra el 1.9 TDI de Volkswagen. Sube de régimen con rapidez y si lo que se busca es la máxima aceleración, el mejor momento para cambiar a una marcha superior es sobre las 4.200 rpm.
Con neumáticos de serie (195/55 R16) el desarrollo en sexta velocidad es 55,4 km/h cada 1.000 rpm, con lo que la velocidad al régimen de potencia máxima es 221 km/h. Con los neumáticos opcionales 205/55 R16 el desarrollo es un 1,8 % más largo; se queda en 56,3 km/h cada 1.000 rpm., con lo que la velocidad al régimen de potencia máxima es 225 km/h.
El consumo puede ser muy bajo. En un recorrido con carretera y ciudad a partes iguales gastó 7,5 litros de media. Circulando por carretera a un ritmo ágil es habitual bajar de 7,0 litros, salvo que se pise mucho y frecuentemente el acelerador. El consumo máximo en carreteras lentas fue 13,5 litros.