Tengo la impresión de que la fiebre pública por el coche autónomo se ha reducido durante estos dos años de pandemia. Todavía tengo amigos que me dicen que el valor a corto plazo (5-10 años) de la industria del automóvil ya no radica en la producción y venta de coches, sino en el coche sin conductor que nos traerá y llevará a todos de forma individualizada. Tengo muchas dudas sobre esta hipótesis, pero hoy no me interesan mis dudas, sino la realidad. Aunque sea una realidad virtual.

Presentación de Clara Marina Martínez del sistema que utiliza Porsche Engineering basado en la plataforma Game Engine.

Juegos para la eficiencia

La realidad es que la industria del automóvil y de tecnología en general sigue investigando duramente y destinando muchos recursos económicos (invirtiendo) para encontrar métodos que hagan posible el coche autónomo en nivel 5, es decir, el coche totalmente autónomo que permita circular libremente sin conductor.

Clara Marina Martínez – Development Engineer de Porsche Engineering

Los caminos de investigación para alcanzar ese fin no son únicos. Porsche Engineering, por ejemplo, utiliza la plataforma «Game Engine» para recrear en entorno de realidad virtual las condiciones de las carreteras, para poder determinar diferentes reacciones del coche en función de diferentes estímulos y situaciones, de una forma menos costosa (en recursos económicos y de tiempo) que el análisis continuo de la realidad. Clara Marina Martínez, doctora ingeniera que trabaja en Porsche Engineering, explica con detalle su trabajo en esta instructiva presentación que reproducimos íntegramente en vídeo y que puede verse arriba de este texto.

Antes de acudir a esta presentación de Porsche Engineering, yo ni imaginaba que pudiera utilizarse tecnología de realidad virtual para el desarrollo del coche autónomo. Y por este motivo le pregunté a Clara Marina Martínez antes de la presentación:

— No entiendo cómo puede utilizarse una realidad virtual que has construido previamente, y que por tanto ya está reconocida, para aprender a desarrollar un software que reconozca visualmente objetos que están parametrizados de forma virtual. Entiendo que puedes poner una cámara exterior que «vea» exactamente lo mismo que «ve» la cámara de un coche, pero no te sirve para un radar, por ejemplo.

Radares empotrados en el juego

La respuesta me dejó estupefacto:

— Sí, sí. Diseñamos objetos y les atribuimos propiedades. Y una de esas propiedades puede ser que tenga una superficie metálica. A partir de ahí y con rayos que emitimos dentro del propio juego, podemos conseguir que un radar detecte objetos metálicos de diferente tamaño y forma. Todo dentro del juego.

Sigo sin entender cómo ese mundo de códigos y parámetros puede suplantar a la realidad. Entiendo que un rayo virtual reconozca un metal virtual. Porque si un bloque tiene el atributo metálico puesto en código, entiendo que un rayo distinga ese código y diga que es metálico. Pero soy incapaz de entender cómo puede servir este método para extrapolar el reconocimiento de tamaño y forma a objetos metálicos reales. Que yo no lo entienda significa poco. Si Porsche Engineering lo hace y se lo ha encomendado a Clara Marina Martínez, entiendo que tendrá mucha utilidad, aunque yo no lo comprenda. Está claro que ella sí lo tiene claro:

Puedes definir las superficies y si son metálicas reflejarán los rayos del radar, pero si llueve, o si está sucia o si nieva, el reflejo que se producirá será diferente.

Entorno virtual PEVATeC (Porsche Engineering Virtual ADAS Testing Center).

El futuro es autónomo y reservado

Otro de los periodistas españoles que acudió a la presentación de Porsche le pregunto a esta amabilísima ingeniera sevillana que cuándo creía que la conducción autónoma podría llegar al nivel 5. «Nadie sabe cuándo llegaremos al nivel 5. La pregunta ahora no es cuándo, sino dónde y en qué condiciones».