La combinación de este motor Diesel de 120 CV y esta caja de cambios de seis velocidades hacen del Scénic un monovolumen que se desenvuelve muy bien en todo tipo de carretera.
En las más amplias y rápidas de sentido único, el motor cumple muy bien su función porque proporciona mucha fuerza, no gasta mucho y apenas suena. En ese tipo de carreteras puede mantener la sexta en casi cualquier condición, dentro de un margen de velocidad muy amplio, y siempre con una buena reserva de aceleración (comentario sobre los desarrollos).
Las recuperaciones que hemos medido en el Scénic son mejores que las que tenemos del Mégane 1.9 dCi, que corresponden a la versión inicial con 270 Nm de par máximo (más información). Próximamente mediremos las prestaciones de un Mégane 1.9 dCi con el motor de 300 Nm que lleva el Scénic.
En el recorrido que hago normalmente por carretera de sentido único, a una media real de 148,5 km/h, ha gastado 8,6 l/100 km. El tráfico no era fluido, no habré hecho más de un kilómetro en otra marcha que no sea la sexta (de un total de 302), pero en algún caso aceleraba a fondo.
Lo que se oye en esas condiciones es principalmente el aire. El motor suena con un ruido ronco de fondo; hay a quien le parece molesto (a mí no), pero su volumen es bajo. Otros coches Diesel de este tipo suenan más.
En carretera de doble sentido también me parece muy satisfactorio, con las limitaciones que tiene un coche de este tipo. Según las medidas que tenemos en este momento, el Scénic es más rápido que el Mégane berlina en recuperación, donde la mayor fuerza del motor a medio régimen y los desarrollos más cortos compensan la desventaja de peso.
En aceleración, en cambio, los desarrollos no tienen influencia y el motor gira casi siempre en un régimen alto. Ahí, donde lo determinante es la relación entre peso y potencia, es más rápido el Mégane. El Scénic acelera prácticamente igual que un turismo con motor Diesel de 110 CV, como el Citroën Xsara. Si se busca la máxima aceleración, no merece mucho la pena estirar el motor por encima de 4.000 rpm.
Si se usa a menudo la máxima aceleración del coche, el consumo puede pasar de 12 l/100 km, en trayectos suficientemente largos. El ruido del coche en máxima aceleración es el normal en un Diesel, y la vibración es baja en cualquier caso.
El cuentakilómetros es casi exacto. Si hay un pequeño error en el dato de consumo que da el ordenador es porque, siempre que lo hemos medido, entra aproximadamente un litro más de lo que indica el ordenador. Quien quiera calcular el consumo verá que es un coche fácil de rellenar si se hace despacio (no con el máximo caudal del surtidor).