El motor es lo mejor de esta versión del Corsa. Su rendimiento es de los más altos que hay entre los gasolina de este nivel de potencia.
En prestaciones es superior a otros coches de 75 CV, aun cuando pesa más que la mayoría de sus competidores. Esta versión pesa 1.065 kg, entre 30 y 150 más que modelos comparables.
Tiene una capacidad para adelantar relativamente buena; aunque da la potencia máxima a 5.600 rpm, es capaz de llegar con fuerza hasta 6.500. También responde con fuerza al acelerador aunque el motor no gire muy rápido. En estas circunstancia, no obstante, se nota que es un coche pesado.
El consumo medio que se puede esperar en uso mixto carretera ciudad es unos 7 l/100 km en los casos más desfavorables. Si se conduce con suavidad, es posible bajar a 6. El consumo máximo —a fondo y por carreteras con frecuentes desniveles— no pasa de 10 l/10 km. Puede dar la impresión de que gasta mucho porque el depósito no es grande. Tiene en total 44 litros; inmediatamente después de que se encienda la reserva, he conseguido meter 40.
El motor se oye más de lo que debiera a causa de un aislamiento no muy bueno. Cuando hay que hacer aceleraciones frecuentes en marchas cortas (ciudad, por ejemplo) hay un sonido de alta frecuencia peculiar, que no estoy seguro si es sólo de motor o también de transmisión (al acelerar en punto muerto no suena igual).
Los desarrollos son adecuados a las características del motor. Cuando va a 120 km/h, el motor gira a poco más de 3.700 rpm, un régimen en el que el coche ya puede dar una aceleración relativamente buena. En segunda velocidad es posible pasar de 80 km/h y, si se cambia a tercera a 6.000 rpm, el motor queda a 4.000.
Esta versión del Corsa cumple la norma Euro 4 de emisiones (pincha aquí si quieres ver un artículo técnico sobre esta norma).