Las cerraduras automáticas (Keyless-go para Mercedes-Benz) funcionan muy bien, pero se nota que se trata de la primera generación de este sistema. Consiste en que el conductor puede llevar consigo un mando a distancia con el que no es necesario que desbloquee las cerraduras, lo hacen automáticamente al detectar la proximidad de ese mando cuando se utiliza el tirador que abre la puerta. Para arrancar no hay que introducir la llave, sino pulsar un botón que está en la palanca de cambio.
El inconveniente de este sistema, que no tienen otros más modernos, es que el mando a distancia y la llave están separados, y siempre hay que llevar las dos cosas por seguridad (siempre debe haber un medio mecánico para abrir el coche, además del eléctrico). El mando a distancia es extenso pero fino (84 x 55 x 3 mm), cabe bien en un bolsillo.
El manual está bien hecho, como suele ser habitual en Mercedes-Benz, pero sigue siendo un libro muy espeso. En el Clase E ya existe la opción de tener un manual en DVD. Con todo, es conveniente leerlo porque da muy buenas informaciones. Por ejemplo, hay cosas casi de sentido común referidas a los airbags que está bien recordarlas: «No se apoye en la puerta desde el interior del vehículo», «Sujete el volante de dirección sólo por el aro del mismo», «Los airbags sólo pueden cumplir su función protectora si los ocupantes llevan correctamente colocados los cinturones de seguridad».
Hay un par de detalles sin importancia que me han gustado: uno, que el sistema para encender los faros antes de abandonar el coche tiene en cuenta la luz ambiente. Dos, que el ordenador no solo dice si hay que reponer aceite, también cuánta cantidad hay que reponer.