El Jaguar X-Type Wagon no da sensación de amplitud. No la da por anchura, porque es el familiar más estrecho de todos los que hemos medido en km77.com, y tampoco por altura en las unidades que he conducido.
Sin embargo, lo de la altura requiere explicación. Los dos Jaguar X-Type Wagon que he llevado tenían asiento del conductor eléctrico de 10 movimientos con memoria. Y esta opción resta aproximadamente 4 centímetros la altura disponible en la plaza del conductor. Por este motivo, las personas que midan más de 1,80 metros es mejor que pidan un coche con otro tipo de asientos delanteros (o que prueben una unidad con esta opción antes de comprar el coche).
En los dos coches que he probado, el asiento del acompañante tenía asientos eléctricos sin memoria y bajaban 4 centímetros más que los del conductor. Así que las personas altas no tienen por qué renunciar a los asientos eléctricos, sólo que deben estar alerta para elegir los correctos.
Los «asientos eléctricos de 10 movimientos con memoria» no permiten bajar tanto como otros y por tanto obligan a situarse en una posición más elevada frente al volante. (No sé si la limitación proviene de la posibilidad de los 10 movimientos, supongo que sí, o de la memoria que es una opción independiente y sólo disponible con este tipo de asientos de 10 movimientos). (Más información sobre el interior en el X-Type Berlina)
A diferencia de lo que sucede en las plazas delanteras, en las plazas posteriores se dispone de una de las mayores alturas del mercado. La banqueta del asiento posterior no va situada muy alta con respecto al suelo.
Si los ocupantes de las plazas delanteras regulan la altura de sus banquetas, pueden permitir que los de las plazas posteriores introduzcan los pies por debajo de los asientos delanteros. Esta posibilidad puede ser de gran ayuda para viajar atrás con comodidad, ya que el espacio para las piernas también es el más pequeño de todos los medidos por km77.com en este tipo de coches.
Tampoco es grande el maletero, si bien no es el más pequeño de la categoría. Lo que sí está es muy bien acabado, con todos los tapizados rematados cuidadosamente y con materiales de calidad que causan buena impresión.
Los respaldos de los asientos posteriores se abaten con facilidad, sin necesidad de extraer el reposacabezas, de forma asimétrica y sin necesidad de mover la banqueta.
El respaldo queda completamente plano sobre la banqueta y forma un pequeño escalón con la superficie del maletero. Un escalón completamente diferente a lo que suele ser habitual (cuando hay escalón). Normalmente el respaldo queda más alto que la superficie del maletero. En este caso es al contrario. El respaldo abatido queda más bajo que la superficie del maletero.
El carrete que lleva enrollada la lona para cubrir el maletero y, opcionalmente, una red para anclar en el techo ( con el objetivo de evitar que se desplacen hacia adelante los bultos en caso de deceleraciones bruscas) puede soltarse de sus anclajes, como es normal, para dejar diáfana toda la zona de carga.
No se manipula con facilidad ni resulta práctico. Se suelta de su anclaje con facilidad, pero resulta pesado y difícil de mover para una persona sola tanto si accede desde el portón como desde una de las puertas laterales. Una vez extraído no hay ningún lugar alternativo para sujetarlo y no hay fijaciones para colocar la red justo por detrás de las plazas delanteras, lo que limita su utilidad a sólo el maletero y no a todo el espacio de carga que se obtiene al abatir los asientos. Es decir, se ha cuidado mucho el aspecto visual de la zona de carga y menos el sentido práctico. No son incompatibles, como se demuestra en el Rover 75 Tourer.
Sí resulta muy práctica la posibilidad de abrir la zona de carga a través de la luna posterior, para cargar bultos ligeros, sin necesidad de abrir todo el portón.