El interior mantiene el aspecto deportivo que caracteriza el diseño exterior y la mecánica. Asientos delanteros de tipo bacquet con tapicería Alcantara, relojes de la instrumentación en fondo blanco, embellecedores de aspecto «titanio» en el salpicadero, volante forrado en cuero, pomo del cambio en aluminio, el logo «Type-R» bordado en los reposacabezas delanteros y costuras de color rojo en los asientos y el volante configuran el toque «racing» en su habitáculo. También tiene en la consola central una chapita numerada con el logo «Type-R». Dicha chapita le sirve además a los técnicos de Honda para identificar el equipamiento específico de cada unidad.
La postura al volante puede ser cómoda, pero también es mejorable en pequeños detalles. Por un lado, el volante (sólo regulable en altura) se queda un poco lejos del conductor por la parte superior. Esto mejoraría si ofreciera la posibilidad de ajuste longitufinal. Por otro lado, el pedal del acelerador queda algo lejos del pedal de freno y, aunque se puede hacer punta-tacón, obliga a forzar un poco más el movimiento del pie derecho para dar el golpe de gas mientras frenamos.
Los asientos delanteros (muy similares a unos bacquet de competición) son excelentes en sujeción lateral y comodidad. Tienen un relleno durito, que permite mantener el cuerpo erguido y en una posición correcta en todo momento.
La instrumentación me ha parecido pobre en información para un coche tan «R» como el Civic Type-R. Es atractiva y se puede leer con facilidad, pero los amantes de los coches deportivos seguro que echan en falta un indicador de presión y temperatura de aceite. El volante forrado en cuero tiene un buen tacto, pero no así el pomo del cambio en aluminio. Para mi gusto, resulta frío en los meses de invierno y resbaladizo en los meses de verano. Mejor en cuero (los pomos de aluminio se usan mucho en los coches de carreras, pero los pilotos utilizan guantes en competición).
La presentación interior es agradable, pero los plásticos duros utilizados en puertas y salpicadero parecen mejorables en tacto para un coche de este precio. El corte y remate de alguno de estos plásticos también es mejorable, si bien el ajuste de todos los elementos es bueno. El conductor golpea con la pierna derecha en el plástico duro de la consola central y después de muchas curvas puede llegar a ser molesto.
El equipamiento de serie me parece escaso y tiene una importante falta: el aire acondicionado es opcional porque: «Honda entiende el concepto R como un deportivo radical y prefieren que sea el cliente el que decida si pone más peso a su vehículo y limita sus prestaciones montanto el aire acondicionado». Desde mi punto de vista, el aire acondicionado no aumenta mucho el peso y apenas se nota la potencia que resta en un coche con 200 CV. Para ser consecuentes con esta filosofía, podrían dejarlo como una opción sin sobreprecio, pero también su precio es alto, 1.452,32 €ptas más la mano de obra de instalación.
Otros elementos que se pueden echar en falta son los airbag laterales, control de estabilidad, limpiaparabrisas automático o mandos de control del equipo de sonido junto al volante, dispositivos de seguridad y confort que ya se ofrecen en otros deportivos similares. También es cierto que el peso del Type-R es ajustado (1.204 kg) y que si tuviese todos estos elementos se acabaría incrementando y perdería una buena parte de la esencia radicalmente deportiva que le caracteriza.