Por precio, prestaciones, consumo, habitabilidad y agrado de conducción, el Honda Accord 4p 2.0 i-VTEC es uno de las berlinas más recomendables.
Es difícil encontrar motivos para desaconsejar este coche. Cumple anchamente con lo que cabe esperar de una berlina de tamaño medio, pero también es conveniente para aquellos conductores que busquen un coche estable y gratificante de conducir en carreteras con curvas.
Tiene un interior —en general— grande y proporcionado para que cuatro personas puedan viajar holgadamente; cinco van un poco justas porque la anchura detrás no es grande. El maletero no es muy voluminoso teniendo en cuenta su tamaño.
Los asientos delanteros son muy cómodos y sujetan muy bien el cuerpo; son adecuados para hacer muchos kilómetros sin fatigarse. Otra cualidad que invita a viajar con este coche es el reducido ruido que hace su excelente y enérgico motor. Sus prestaciones son buenas, comparado con otros coches que tampoco tienen sobrealimentación, y su consumo de gasolina es bajo.
Obedece perfectamente a las órdenes del volante y tiene reacciones seguras y efectivas. Al mismo tiempo tiene unas cómodas suspensiones que sacuden muy poco a los ocupantes. Si pudiera tener control de estabilidad sería una de las berlinas más seguras, pero no lo es por esa causa.
En el salpicadero hay plásticos adecuados, pero no refinados. La calidad aparente es semejante a otras berlinas de su precio, e inferior a la de modelos más costosos.
Está disponible en dos niveles de equipamiento: «Confort (21.000 €) y Sport (23.000 €) (diferencias de equipamiento entre estas dos versiones). La versión Confort es una de las berlinas más económicas que hay con potencias comprendida entre 150 y 160 CV. Tiene tres años de garantía, pero no puede tener elementos de equipamiento como el control de estabilidad, faros de xenón, teléfono integrado o navegador (el Accord 2.4 de 190 CV puede tener estos elementos). También le falta lector de discos compactos (de serie tiene radio CD).