1. Velocidad constante
La velocidad de crucero en trayectos en los que se puede mantener constante
debe ser la adecuada al conductor, al vehículo y a las condiciones de
circulación.
Dentro de ese margen de velocidad adecuada, cuanto más rápido se vaya, menos se tarda. Y, cuanto más despacio, menos se gasta. Eso es así, independientemente de dónde esté el par máximo y cuánto sea.
2. Cosumo mínimo
Las condiciones óptimas del funcionamiento de un motor, desde el punto
de vista de su rendimiento, se dan a un régimen próximo al de
par máximo y con una carga próxima a la máxima. En esas
condiciones, cualquier coche acelera. Es decir, salvo que se esté subiendo
una rampa, cargado y se trate de un coche poco potente, es imposible mantener
esas condiciones a velocidad constante.
Ahora bien, que el motor dé mejor rendimiento en unas condiciones no quiere decir que el coche gaste menos en esas condiciones que en otras. Si lo que se pretende es acelerar de la manera más económica posible, lo que hay que hacer es acelerar lo menos posible y de manera constante. Cuanto más acelere el coche, más combustible gasta.
El dato de régimen de par máximo sí sirve para acercarse a la mayor aceleración posible con el menor consumo posible (eso es el rendimiento). Pero para eso basta con saber el régimen de par máximo, la cantidad es irrelevante. Si realmente fuese un dato útil (no lo es porque nadie conduce así, salvo en pruebas de mínimo consumo), el dato que tendría que suministrar el fabricante es el régimen de máximo rendimiento, no el de cantidad máxima de par.
3. Aceleración máxima
Para conseguir la máxima aceleración hay que buscar la máxima
potencia posible, no el máximo par del motor.
Por ejemplo, un motor de gasolina puede dar el par máximo a 4.000 rpm y la potencia máxima a 6.000 rpm. La forma de acelerar al máximo no es seleccionar la cuarta velocidad para que el motor gire a 4.000 rpm, sino reducir a tercera para que suba a unas 5.500 rpm (si consideramos un coche de gasolina normal con un escalonamiento de cambio normal).
Es decir, si se trata de conseguir la máxima aceleración, pedal a fondo y motor al límite de régimen, esté donde esté el par máximo y sea el que sea. Solo tiene sentido empezar una aceleración en una marcha más larga de la posible si no se va a poder mantener mucho tiempo la marcha más corta. Por ejemplo, si el límite de un motor Diesel es 4.200 rpm, normalmente no merece la pena empezar la aceleración a 4.000.